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Baekhyun se despertó sobresaltado.

Estaba soñando con Chan. Se había arrojado descaradamente a sus pies. Lo había seguido y se le había ofrecido de manera desvergonzada, tomando las migajas que él le daba, persiguiéndolo como un perro apaleado, mientras que él lo ignoraba. Baekhyun se sonrojó al recordar el sueño. Prefería morirse antes que permitir que un hombre lo tratara de esa manera. Aunque no esperaba que Chan se comportara así. Sin embargo, era incómodo soñar con él. Ya era suficientemente malo estar pensando en él durante todas las horas del día. No había podido dejar de pensar en Chan desde que se marchó la tarde anterior. Le pareció que estaba diferente. Por lo general actuaba con mucha seguridad, con profesionalidad, rápidamente, incluso con impaciencia. Pero ayer parecía renuente a marcharse. Algo había cambiado, algo que lo hacía más humano, más accesible. Fue una pena que llegaran los chicos y los interrumpieran de aquella manera. Pero tal vez estaba equivocado. Tal vez la razón por la que no podía quitárselo de la cabeza era porque su caballo estaba amarrado a menos de treinta metros de la puerta.


El hecho de pensar en Brimstone lo hizo recordar qué era lo que lo había despertado. Brimstone estaba nervioso. Baekhyun no sabía cómo se comportaba normalmente ese caballo, pero, de acuerdo con su experiencia, los caballos solían estar tranquilos durante la noche. Sin embargo, Brimstone estaba piafando y resoplando, como si percibiera la presencia de un puma. Sólo que no había felinos en el cañón.


Entonces, Baekhyun recordó algo que Taewoo dijo cuando estaban en medio de su loca carrera a lo largo de la frontera mexicana. Dijo que podían dormir profundamente porque su caballo era mejor que un perro guardián. Tal vez Brimstone era igual. Chan dijo que no le gustaban los hombres. Tal vez eso era lo que estaba oliendo. Baekhyun se sentó en la cama de un salto y agarró la escopeta que mantenía junto a la almohada. Atravesó rápidamente la habitación y levantó la cabeza con cuidado hasta que pudo ver a través de la ventana sin que la vieran. Al principio, lo único que pudo ver en medio de la oscuridad fue la piel blanca de Brimstone. El caballo estaba moviéndose de un lado a otro, con las orejas hacia atrás. Había algo muy cerca y no le gustaba lo que percibía. Luego Baekhyun los vio. Uno, dos, tres, cuatro hombres que se acercaban en silencio a la casa. Tenían que ser los Byun. Baekhyun corrió hasta el otro lado de la habitación y despertó a su hijo.


—¡Despierta! —le susurró con tono de urgencia—. ¡Los Byun están aquí! Trae la munición.

Baekhyun tomó un rifle y una pistola y regresó rápidamente a la ventana. Los hombres estaban a medio camino de la casa. Baekhyun apoyó el rifle contra la pared y deslizó el cañón de la escopeta a través de la ventana.

—No se acerquen más —gritó—. Tengo una escopeta.

—Sólo queremos al chico —gritó Damián en respuesta—. No queremos hacerte daño.

Otra vez Damián. ¿Acaso nunca se iba a dar por vencido?

—No se lo llevarán, aunque tenga que matarlos a todos.

—Él es un Byun. Queremos asegurarnos de que sea educado como tal.

La respuesta de Baekhyun fue vaciar el primer cañón de la escopeta contra el patio en penumbra. Tuvo la satisfacción de oír un grito de dolor. El sabía que la escopeta no iba a matar a nadie desde esa distancia, pero sí podía hacer mucho daño.

—También tengo un rifle y una pistola —gritó Baekhyun, justo antes de vaciar el segundo cañón de la escopeta. Entonces oyó que Brimstone relinchaba. Ojalá fuera una manifestación de furia y no de dolor. Chan nunca le perdonaría que lastimara a su caballo, pero Brimstone tendría que cuidarse solo. El tenía que proteger a Jisung, costara lo que costara. Baekhyun puso dos cartuchos nuevos en las recámaras de la escopeta.

Baekhyun (Libro 4 - serie 7 novios)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora