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Jaebeom agarró a Jisung cuando el chico empezó a caminar por el callejón que separaba dos casas. El muchacho trató de huir, pero Jaebeom lo apretó con fuerza. Jisung parecía tenerle miedo.

—Veo que ahora estás viviendo con ese hombre. ¿Qué diría tu padre de eso?

—No tengo otro sitio donde vivir —le espetó Jisung, mientras trataba de soltarse —. Alguien voló nuestra casa.

—¿Por qué no te has quedado con tu Papá?

—Porque no me voy a quedar con la señora Kim —dijo Jisung con irritación—. Hay tres chicos en la casa del comisario. Ayer les dimos una paliza a Danny Elgin y a Shorty Baker.

Era evidente que Jisung estaba desesperado por parecer un chico rudo. Jaebeom se preguntó cómo podía usar eso en su beneficio.

—Pensándolo bien, tal vez sea mejor que te quedes con el comisario. Así me serás de más ayuda.

—Yo no te voy a ayudar.

—Sí lo harás.

—JongIn dice que sólo los cobardes le disparan a la gente por la espalda.

Jaebeom apretó el puño con el que tenía agarrado a Jisung y lo miró de manera amenazante.

—¿Me estás llamando cobarde?

—Fue JongIn el que lo dijo. —Jisung y se aferró a su posición con valentía—. Mi Papá dice que el comisario es un buen hombre, como mi padre.

—¿Les has hablado de mí?

—No. No le he dicho a nadie que quieres matar al comisario. Él vendría y te dispararía entre los ojos. Él no está asustado.

Jaebeom le dio una bofetada al chico con el dorso de la mano. Jisung se tambaleó y se cayó al suelo, pero siguió mirándolo de manera desafiante.

—Estás traicionando la memoria de tu padre —gruñó Jaebeom, con tanta furia que respiraba de manera entrecortada—. Estás dejando que ese asesino gobierne a todo el mundo como si fuera alguien especial, mientras tu padre yace en una tumba helada. 

Jisung miró a Jaebeom con rabia.

—Cada minuto que pasa sin que me ayudes, estás dejando que un asesino viva mientras que tu padre se pudre bajo tierra.

—Yo no estoy dejando que él haga nada —protestó Jisung.

—Ya te dije que el comisario mató a tu padre, pequeño estúpido. Le disparó por la espalda desde unos arbustos para poder hacerse famoso por haber matado a un Byun.

—Eso no es cierto —dijo Jisung, negándose tercamente a creerle.

—¿Por qué crees que estoy tan decidido a verlo muerto? Ese hombre mató a mi hijo. Yo sería un cobarde si no tratara de matarlo. Y eso mismo serás tú si no me quieres ayudar.

—No lo haré.

—Él es un asesino. ¿Por qué crees que el pueblo lo contrató? Para matar a más Byun, ésa es la razón.

—Mi Papá me ha contado que a papá lo mataron unos hombres malos.

—Tiene razón. Fue asesinado por el comisario Choi.

—No te creo.

—El no te lo dijo porque está enamorado de ese asesino. Quiere casarse con él. Y cuando lo haga, ya no te van a querer. El asesino de tu padre te va a echar de tu propia casa. ¿En qué clase de cobarde te convierte eso?

—¡No es cierto! —gritó Jisung; se levantó y salió corriendo hacia el estero—. ¡Estás mintiendo! —volvió a gritar, pero la voz se le quebró—. Estás mintiendo — repitió entre sollozos, mientras desaparecía entre los arbustos que había más allá del estero.

Baekhyun (Libro 4 - serie 7 novios)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora