Baekhyun caminaba muy deprisa. No estaba acostumbrado a estar en el pueblo a esas horas de la mañana. No estaba acostumbrado a ver las calles llenas de gente. Tampoco estaba acostumbrado a que lo miraran. Se bajó bien el sombrero sobre los ojos, pues todavía eran visibles los moretones. Pero, cuando llegó a su destino, no se sintió mejor. Se detuvo un momento ante la puerta de la panadería de los Reed, respiró profundamente para llenarse de valor, abrió la puerta y entró.
El magnífico aroma del pan recién horneado le hizo la boca agua. A ambos lados de la tienda había tartas y pasteles de todas las clases, cubiertos por tapas de cristal. Desde detrás del mostrador, Estelle Reed miró a Baekhyun con antipatía. Estelle llevaba un vestido de algodón negro que le cubría la garganta hasta la barbilla y los brazos hasta los puños. Tenía el pelo recogido en un moño tan apretado que le achinaba los ojos. Encima llevaba un enorme delantal blanco que le servía para protegerse el vestido del azúcar y la harina.
—¿Qué está haciendo usted aquí? —preguntó Estelle con tono brusco.
Nada enfurecía más a Baekhyun que el hecho de que le hablaran con tanto desprecio. Así que avanzó hasta el mostrador y se plantó directamente frente a Estelle.
—Vengo a por mi dinero. Lleva usted más de dos semanas sin dejar nada en la puerta.
—No puedo dejar el dinero tirado por ahí —dijo Estelle—. Uno nunca sabe quién podría llevárselo.
—Las otras personas lo hacen, o me lo sacan a la puerta.
—Yo no puedo estar asomándome a la puerta a todas horas sólo porque usted insiste en venir a las casas antes de que la gente decente esté levantada.
—Pues bien, hoy he venido a una hora decente. Usted está levantada y si alguien me roba el dinero antes de que llegue a mi casa no será su problema. Me debe nueve dólares. Los quiero ahora.
—Los tendrá cuando pueda dárselos —dijo Estelle, con el rostro contraído a causa de la rabia.
—Me llevaré el dinero ahora mismo.
—No tengo dinero suficiente.
—Sí tiene, en el cajón. La he visto contándolo cuando entré.
—¿Cómo se atreve a espiarme?
—No la estaba espiando. Usted lo escondió cuando me vio entrar a la tienda.
—No confío en usted.
Baekhyun sintió una oleada de rabia, pero luego se dijo que Estelle era codiciosa, tacaña y mezquina. Esa mujer no le habría confiado su caja registradora ni al mismo San Pedro.
—Además, lleva usted dos días sin traerme la ropa.
—Y no se la traeré hasta que me pague.
—¡Maldito cualquiera! —gruñó Estelle—. Debí haber sospechado que un doncel tan desvergonzado como para presentar a su hijo ilegítimo como un chiquillo respetable también podría ser capaz de hacer algo así.
Baekhyun pasó detrás del mostrador y caminó con lentitud hacia donde estaba Estelle hasta que sus caras quedaron sólo a unos centímetros de distancia.
—Si vuelve usted a decir algo así, la golpearé tan fuerte que tendrá que andar con muletas durante el resto de su vida.
—No me amenace —dijo Estelle y retrocedió.
—No es una amenaza. —Baekhyun abrió el cajón de la máquina registradora y señaló el contenido—. Págueme.
—No le voy a pagar a nadie que me amenace.
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Baekhyun (Libro 4 - serie 7 novios)
FanficLibro 4 - BaekHyun Chanbaek 1- Jinki 2-Kibum 3- Taemin 4- Baekhyun