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—¿Ya se ha marchado el comisario? — Baekhyun estaba tan absorto en sus pensamientos que no notó que Jisung ya había regresado del arroyo.—Sí —dijo y se volvió hacia el barreño donde tenía ropa en remojo.

Jisung vertió el agua en el otro barreño.

—¿Vamos a mudarnos al pueblo?

—Estabas escuchando la conversación, ¿no?

—No, pero se los podía oír desde el arroyo. ¿Vamos a mudarnos?

—No. Estamos bien aquí.

—Lo sé. El comisario le disparó al otro hombre.

Baekhyun se quedó quieto y se volvió a mirar a su hijo.

—¿Cómo lo sabes?

Jisung se movió con nerviosismo, pero no rehuyó la mirada de su papá.

—Porque lo vi.

—Te he dicho que nunca vayas solo al pueblo.

—No lo hice —dijo Jisung—, no exactamente. Estaba regando el jardín cuando oí el tiroteo. Corrí hasta la parte de atrás de la cantina y me asomé por una ventana. No crucé la calle, de verdad.

—¿Y qué fue lo que viste? —Baekhyun se arrepintió de haber preguntado. No quería tentar a Jisung a hablar sobre Chanyeol Choi, pero no pudo contenerse. Tenía que saber qué había ocurrido.

—Un hombre estaba dando tiros al aire en la cantina. Le dijo al comisario que era un cobarde. Los dos desenfundaron, pero el comisario fue más rápido.

Baekhyun sintió un estremecimiento de pavor.

—Si el hombre al que le disparó era un Byun, todos los parientes que estén a doscientos kilómetros a la redonda vendrán al pueblo a enterrarlo y luego subirán hasta aquí.

—Pero el comisario se lo llevó a la cárcel.

Baekhyun se detuvo.

—¿Entonces no está muerto?

—El comisario le disparó al arma. Después el hombre comenzó a saltar y a gritar, mientras se agarraba el brazo.

Chan no había matado al borracho, aunque éste lo había provocado y le había apuntado con su arma. Baekhyun sintió una oleada de alivio, un estremecimiento de entusiasmo, pero también sintió desconfianza hacia esa sensación.

—Se dijo, se dijo que era el mejor disparo que habían visto en la vida —dijo Jisung.

Tal vez Chan Choi no era un asesino.

—¿Crees que el comisario sabrá disparar tan bien como mi papá? —preguntó Jisung.

Al oír eso, Baekhyun volvió abruptamente a la realidad.

—No lo sé. Es probable.

—¿Puedo pedirle que me enseñe a manejar un arma? Cuando sea mayor, quiero ser como mi papá.

—¡No! —dijo Baekhyun, con más énfasis del que quería—. Aún eres demasiado pequeño. —Baekhyun sentía una punzada de pánico cada vez que Jisung mencionaba las armas. Y cada vez las mencionaba con más frecuencia.

—Jongin Kim tiene una pistola y sólo tiene siete años.

Baekhyun sabía que algún día Jisung comenzaría a cuestionar sus decisiones, a discutirlas y a desobedecerlas. También sabía que su hijo iba a necesitar más compañía, pero no esperaba que ese momento llegara tan pronto. Tenía miedo de lo que los chicos del pueblo pudieran decirle. El había tratado de mantener a su hijo lo más alejado posible de los demás, pero estaba claro que no podría seguir haciéndolo durante mucho tiempo. Así que sólo podía tratar de convencerlo de sus razones y controlar, en la medida de lo posible, la información que el chico recibía de los demás. Viviendo allí alejados era más fácil; aun así no le quedaba mucho tiempo porque el chico crecía a gran velocidad.

Baekhyun (Libro 4 - serie 7 novios)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora