Exordio.

1.2K 99 4
                                    

Face It Alone - Queen
━━━━⬤─────── 01:23

⇆◁ || ▷ ↺

A diferencia de otras ciencias, la astronomía es especialmente difícil de entender debido a que el sujeto de investigación, el universo, no puede ser tocado para su análisis.

En su mayoría, consiste de lo que se puede ver. Claro, en la actualidad ya existen los astronautas que van a investigar más a fondo los planetas, su naturaleza y sus cambios, pero por lo general la investigación de esta depende de la observación... Y supongo que es por eso que me gusta tanto.

Siempre me he sentido alejada del mundo, siempre observando a detalle cada pequeña cosa, siempre cuidadosa y analítica porque jamás sentí que yo pudiera ser parte de ello. Incluso desde pequeña, era callada, nadie me prestaba demasiada atención, así que aprovechaba para estudiar a otras personas desde la distancia.

La ciencia del espacio es un poco más de lo mismo. Estudia lo intangible, lo que está lejos de nosotros. Se trata de justo eso en lo que tan buena soy: observar en silencio desde la distancia.

Supongo que debe ser por eso que jamás me han pasado grandes cosas en la vida, no me siento responsable de mis éxitos, o del orgullo de mi familia. Tal vez por eso no soy responsable de lo bueno que me pasa. Tal vez simplemente tengo muy buena suerte.

Realmente tengo buena suerte. Es como si solo fuera un ente fuera de mi cuerpo viendo mi supuesta vida pasar frente a mis ojos.

Una de las primeras cosas que aprendí sobre el universo, fue lo obvio y lo que estaba frente a mi, y que sigue siendo mi tema favorito: las estrellas, especialmente las fugaces porque fue mi hermana mayor la que me había dicho que podrías pedirles deseos.

Cuando tenía seis, solo pedía que mis padres me compraran juguetes o cosas banales. Cuando cumplí ocho, deseaba que Margaret, mi hermana, viniera de visita más seguido. A los diez, comencé a desear que las cosas mejoraran en casa, pero ninguno jamás se me cumplió.

Mi yo de pequeña siempre quiso creer que tal vez no lo estaba deseando en el momento exacto, y que seguro la próxima vez lo lograría.

A día de hoy, no les pido deseos a las estrellas.

Recuerdo que cuando aprendí el significado de la palabra "fugaz" me pareció que había muchas cosas que también eran momentáneas, no solo ese tipo de estrella. La comida, el dinero, la niñez... Un día le dije a mi maestra de primaria que el amor era fugaz como las estrellas, y ella me miró con preocupación en su rostro.

"El amor no es fugaz, Michelle. El amor, el verdadero amor, es eterno.", fue lo que dijo.

Eterno, infinito, sempiterno, perpetuo... Son palabras tan reales como los unicornios. ¿Así se supone que debía ser el amor? No lo comprendía. No era lo que veía todos los días. Los hechos contradicen esa declaración cada día, así que no podía ser cierta.

El amor también se acababa, nada era realmente eterno. Si no fuera así, el divorcio no existiría, ni los poetas. Pero claro que eso no lo entendí de pequeña, así que me tragué el cuento.

Por mucho tiempo, tuve una idea errónea de aquel sentimiento. La idea de que si un día querías abrazar, besar y querer a una persona, pero al otro le odiabas con toda tu alma... Eso era amor, era algo normal en las parejas, pero aun se amaban.

Supongo que a día de hoy mi percepción sobre el amor ha cambiado mucho, pero sigo sin entender completamente el sentimiento. No creo que nadie lo entienda por completo, ni siquiera creo que tenga una sola definición fija.

Incluso después de todo lo que pasó ese año, aun no comprendo el amor, lo que me lleva a pensar que tal vez jamás lo haga.

El amor, de hecho, se parece bastante a la astronomía.

Es intangible, y algo que solo se puede estudiar viéndolo. Era interesante para mí ver las interacciones entre mis conocidos Vi a mis mejores amigas conseguir sus primeros novios, incluso vi a mi hermana llevar a un chico diferente todas las semanas a la casa. Vi a mi padre rabiar contra mi madre porque "seguro ella la había criado de esa forma, porque él no era así para nada".

Y luego, finalmente, fue mi turno de experimentar el amor.

... O algo así.

Supongo que no era exactamente lo que tenía en mente. Y no es que Adam estuviera tan mal, pero yo habría pensado que después de haber conseguido algo así, se sentiría algo parecido a lo que expresaban las personas a mi alrededor... ¿No?

Creí que tenía una idea muy elevada del amor, una idea casi imposible de cumplir y que a muy pocas personas les pasaba de primera mano. Creí que no era mi culpa, o la de Adam, no era culpa de nadie, realmente, pero sí que debía bajarme de mi nube.

Y luego llegó ella. Y esa idea colapsó, al igual que muchas otras.

Volviendo al tema... Creo que el amor es un trato de conveniencia. No existe tal cosa como el amor incondicional, o el que todo lo conquista. Existe lo que funciona mejor para ambos y lo que el otro quiere, porque claro que el amor tiene condiciones y reglas.

"Te amo si tú también me amas", "te amo si haces esto", "te amo si no lo haces".

"Te amo si te quedas", pero nunca solo "te amo".

Nadie en su sano juicio amaría sin esperar algo a cambio, aunque ni siquiera sea ese mismo amor de regreso. Y si lo haces, pronto saldrás lastimado. Eso sí que lo sé ahora de primera mano.

El qué querer a cambio es un tema aparte y, claro, personal, pero lo que sí era general es que todos querríamos algo a cambio de amar. Todos querríamos que nuestra persona amada cumpliera ciertas expectativas, así como ella también nos querría ver cumpliendolas. Aunque es bastante difícil cumplir las expectativas de alguien cuando no sabes cuales son. O cuando implican cambiar una parte de ti mismo.

Supongo que tal vez por eso no estoy hecha para el amor, pues me es difícil leer la mente, no podría saber cuales son tus reglas, y tampoco soy muy buena pretendiendo ser algo que no soy.

Aunque me gusta más creer que el amor no está hecho para mí, ya que de otra manera, significa que hay algo mal conmigo. Es algo que ya sé, pero no me gusta recordarlo, como a cualquiera.

Por último, aunque lo parezca, la astronomía no es del todo una ciencia exacta.

Con esto no me refiero a que los números varían (aunque sí, en ciertos casos), sino, más que nada, a que todo son teorías. Teorías y ya, cosas que uno asume pero que no sabe realmente. La astronomía es así en muchos aspectos, pues hay cosas que debes esperar para poder asegurar.

Así que, por ahora mi teoría, es que el amor verdadero sí existe, pero no es eterno o incondicional.

Está definitivamente sobrevalorado, y al final del día eres tú la única persona que siempre tendrás, por más que alguien te quiera hacer ver las cosas de forma diferente... Al final, lo enfrentas todo tú solo.

El amor era condicional... Y fugaz.

Amores fugaces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora