Amores fugaces.

Capítulo cinco.

Cherry Bomb - The Runaways
━━━━⬤─────── 01:16
⇆ ◁ || ▷ ↺

Ella me miró con la misma confusión que yo debía estar mirándola.

Incluso desde donde yo estaba, podía sentir en su ropa actual el mismo aroma que tenía su sudadera, a excepción del tabaco. Lo había inhalado tanto que se me había quedado grabado en la memoria. Y ahora estaba disfrutando de él, justo desde la fuente de la que provenía. Era incluso más fuerte, tal vez hasta algo abrumador, y bueno, ser el centro de atención de esos ojos verdes tampoco ayudaba mucho.

Justo cuando ella estaba por decir algo, yo hice algo bastante impropio de mí, honestamente: Huir.

-Disfrutensucomidabuendía. -dije a velocidad vertiginosa y me alejé a paso apurado.

Juro que normalmente no soy así.

Ni siquiera estaba muy segura de porqué había huido, pero de alguna manera volver a verla me había causado una extraña sensación en el estómago. Tal vez nervios, ansiedad miedo...

Mariposas...

No, eso era solo un concepto distorsionado de las películas para romantizar la ansiedad... Pero entonces, ¿¡Porqué esta chica me causa a tanta!?

Corrí al mostrador tan rápido que tuve que sostenerme de este para no caerme, y me escondí detrás de este.

-¿Sabes quién es ella? -le pregunté a Liam, que estaba cocinando una carne en ese momento y me miró con profunda confusión al verme llegar de la nada. Él tenía que saberlo, tal vez era una clienta frecuente del lugar por las noches o yo qué sabía.

-¿Estás bie...?

-¿¡Quién es, Liam!?

-No sé de quién... -en ese momento, un chico de al menos un metro ochenta atravesó la puerta de la cafetería, con otro chico y una chica a su lado, ambos algo más bajitos que él-Oh...

-¿Qué? ¿Quiénes son?

-Ese es Mason Brown, es el capitán del equipo de fútbol. Es uno de los chicos más populares de la escuela, deberías conocerlo, ¿no?

Michelle Lewis, una de las chicas más populares de su escuela, presidenta del consejo estudiantil y parte del equipo de porristas que alientan a ese mismo equipo...

No tiene ni idea de quién es.

O probablemente sí lo conocía, pero no suelo retener nombres o rostros tanto tiempo.

-Pero... No lo entiendo-los miré sentarse en la mesa donde estaba la chica. Cuando ella los vio, rodó los ojos, como si le molestaran-, ¿qué hace aquí? ¿Por qué se sienta con la Chica Del Puente?

-¿Chica del que?-pregunto, confundido, pues no le había contado a nadie, ni a él, sobre esa noche, pero aun así, siguió su explicación- Bueno, si ese es Mason, esa es Alice Green, y ese de ahí es Keith Cooper... Ay, ahora sí te metiste en una buena... ¿La conoces?-él prácticamente sacó su cuerpo de la ventanilla para poder verlos bien.

-¿Qué? ¡No! Osea, si, pero... No entiendo, ¿qué pasa si la conozco?-pregunté, algo asustada, y tratando de que se bajara por miedo a que lo vieran, pero sin atreverme a salir de mi escondite.

-¿¡Eres amiga de Robin Sowyer!?-preguntó de repente, como sorprendido.

Robin Sowyer. Ese nombre me sonaba de algún lug...

-Ay, Dios-caí en cuenta-, ¿¡la chica que liberó a la serpiente del laboratorio de ciencias!?-mi voz se hizo muy aguda por el asombro.

Esa chica tenía como... ¡Quinientos antecedentes de desastres! Una parte de mi me gritaba que me calmara, pero simplemente no pude.