accidentes poco probables

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Como se notaba el esfuerzo y la dedicación de los dos jóvenes para poder enfrentarse a los hombres de los pilares. Ya faltaban diez días y los dos tenían gran confianza en sus habilidades. Era increíble lo mucho que habían aprendido y pulido sus habilidades. A pesar de que solo habían pasado 20 días parecía que hubieran estado entrenando por mucho mas tiempo. Habían pasado un dos días completos nadando y a penas estaban cansados. A pesar de no sentirse fatigados, sus tripas rugían con gran volumen, avisándoles de que necesitaban comer lo antes posible. Los dos comieron con ganas un festín mas que los cocineros cocinaban. Ninguno de los dos sabia quien o quienes eran los que preparaban aquellos deliciosos platos pero cada vez que Joseph terminaba su comida pensaba lo mismo "Si algún día tengo delante al responsable de estas delicias le voy a besar mas apasionadamente que a cualquier otra persona que vaya a besar en la vida". Pero en esta ocasión no se dio cuenta de que lo dijo en alto y Caesar le golpeó con su pierna por debajo de la mesa.

-¡Aayyyy! ¿¡Que te paso idiota?! ¡No te hice nada! ¿¡Por qué me pegas?!

-¡Porque como siempre haces demasiado ruido comiendo!

-¿¡De que estás hablando?! Ya había terminado de comer.

-¿Sabes que? Déjalo, tu cerebro no esta lo suficiente desarrollado.

Caesar se levantó enfadado de la mesa y se fue sin mirar atrás, donde el británico le miraba sin comprender que estaba ocurriendo hasta que enfadado decidió ignorarle y continuar a lo suyo.

-No se qué demonios le pasa a este pero no es mi problema, que haga lo que quiera pero que no me meta en sus demencias repentinas.

Mientras tanto Caesar se alejaba totalmente avergonzado por la manera en la que había actuado. Se había portado como un cretino sin razón alguna "En serio ¡que demonios me pasa! Será mejor que lo olvide y siga con mis cosas, porque si no me volveré loco."

Después de aquello el italiano se dirigió al baño para limpiarse sus dientes. Después de terminar y mientras se secaba la cara anteriormente lavada, su compañero apareció para hacer lo mismo que el había estado haciendo anteriormente. Le miro de reojo consiguiendo así observar su cara por unos segundos. A causa de la mascara que estaba obligado a llevar, no era capaz de ver su rostro completo a menudo. Solo podía hacerlo durante tres veces al día, durante una hora cada una. Aunque últimamente los entrenamientos habían sido muy largos así que las veces en las que era capaz de ver su rostro descubierto eran mas escasas, por esto se le hacia un poco extraño cuando lo volvía a ver sin su mascara "pero tampoco es que sea feo". Al darse cuenta en lo que pensaba el chico se puso rojo y salió rápidamente de la habitación, ya prefiriendo no comentar nada a lo que estaba pensando pues era tarea imposible intentar corregir sus pensamientos. Siguió caminando hasta que se dio cuenta de que con las prisas se había dejado lo guantes aún dentro y dio media vuelta para así poder dirigirse nuevamente al baño. Al entrar no tardó en encontrar sus guantes encima del mueble enfrente del lavabo pero le llamo su atención que no muy lejos de estos se encontraba la máscara de Joseph. Ya no había rastro del chico el la habitación lo que significaba que había abandonado el baño sin su máscara. En ese momento el italiano se dio cuento de lo que su compañero pretendía hacer y se molestó de gran manera. Después de ponerse los guantes cogió la máscara de manera brusca y empezó ha andar enfadado en busca del británico. El siempre solía ir al baño junto a Joseph después de comer, para asegurarse de que el otro se pusiera la máscara ya que no sería la primera vez que el chico se había intentado escaquear. Esta vez le dejo total libertad al contrario para que pudiera no seguir la norma que le impusieron pero realmente pensaba que después de tantos días no intentaría escaquearse de la máscara. Finalmente le encontró andando por los pasillos y empezó a correr más rápido con la intención de golpearle.

-¡JOSEPH MALDITO DESGRACIADO!¡VEN AQUÍ AHORA MISMO!¡TE VOY A METER LA MALDITA MÁSCARA POR EL ORTO!

El castaño no teniendo tiempo de procesar lo que el contrario expresaba con sus palabras se dio la vuelta como reflejo ante el alboroto que Caesar estaba montando. El rubio se acercaba a gran velocidad haciendo que ya estuviera muy cerca del chico en pocos segundos. El chico intentó parar pero por la alta velocidad a la que corría sólo consiguió tropezarse.

-¡Caesar pa-!

No tuvo tiempo de terminar la frase ya que inevitablemente chocaron. Pero no ocurrió como pensaban que pasaría. Todo el mundo esperaría que simplemente chocarán sus cuerpos haciendo que se hicieran daño en sus frentes y pechos y luego caerían. Sin embargo, lo que chocaron fueron sus labios haciendo que los dos quedarán atónitos. Se cayeron y quedaron tumbados uno encima del otro sin moverse por el shock.

-¡Oh, aquí estáis! Messina y Loggins quieren veros.- Cuando la chica se acerco observo como los dos estaban uno encima del otro en el suelo.- ...¿Que estáis haciendo?

-Su-suzy, no es nada solo me tropecé y caí sobre Joseph eso es todo jajaja.- Dijo mientras se levantaba a toda velocidad.

-Cada vez que os encuentro estáis haciendo cosas raras, quizás deberíais pedirles a Loggins y Messina que os dejaran mas tiempo para descansar. Me estoy empezando a preocupar...

-Tranquila Suzy todo esta bajo control no tienes que preocuparte.- Intervino Joseph intentando sonar confiado y despreocupado aunque no era difícil notar que en el fondo así no era como se sentía.

Después de mantenerse dudosa sobre la situación, la rubio decidió despedirse y dejar estar la situación, dejando a los dos chicos solos. Los dos evitaban la mirada del otro a toda costa, deseaban que lo que acababa de ocurrir nunca lo hubiera hecho y aun se encontraban sin poder procesar plenamente lo que acababan de experimentar.

"No puedo creer que haya besado a un hombre... ¡y encima a Joseph! No voy a poder mirarle a la cara nunca mas." Pensaba Caesar mientras rozaba sus labios que habían tocado por primera vez los labios de aquel que lo confundía tanto.

"Joder Caesar! ¿¡Cual es tu maldito problema!? Lo único que haces es complicar todo mas, no voy a poder mirarte a la cara mas." Pensaba Joseph con la cara cubierta por sus manos totalmente avergonzado por lo que habia ocurrido.

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¿Debería de dejar de utilizar los tropiezos? Si ¿Lo voy ha hacer? NO

Y por favor que laguien golpee a Suzy Q, Joseph y Caesar por que los tres son demasiado estupidos y me ponen nervioso. Espera... yo los escribí así...

Enamorando a un Zeppeli (CeaJose)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora