Atrapados en el balcón

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-Jojo ¿te acuerdas de Caesar, nuestro nieto? Saludale.

Joseph miro a otro lado y gruñó molesto.

-¡Joseph Joestar!¡Dale tu mano ahora mismo!¡No perdonaré que seas así de irrespetuoso!

La mujer le tiro de la oreja a su nieto de 8 años haciendo que finalmente cediera y aun mirando hacia otro lado le tendió su mano. Un rubio de 10 años miro la mano que se le habia sido ofrecida, también con cierta asperedad. Su abuelo que lo sujeta de los hombros, noto que tardaba mucho y le dio un pequeño empujón para animarle a que aceptara el saludo. El chico viendo que no tenia mas remedio, suspiro y acepto la mano del contrario. Sacudieron sus manos con violencia y después de breves segundos se soltaron y esperaron para ver que mas les pedían los ancianos.

-Amm, si bueno... Podéis ir a jugar.-Decía el señor de la cicatriz incomodo de ver que aquella presentación no fuera como planeaba.

Joseph se fue corriendo al piso de arriba de la casa para ir a jugar con sus juguetes. Caesar en cambio, se quedo en aquel sitio y le hizo un pequeña reverencia a la mujer.

-Un placer volver a verla señora Pendleton.-Imaginaos la voz de Caesar chikito >w<

La anciana se maravillo con los buenos modales que tenia el joven y una vez mas se dio cuenta de lo mal educado que estaba su nieto.

-¡Joseph Joestar!

El chico que estaba ya en los últimos se paro y miro a su abuela asustado.

-¿S-si , abuela Erina?-Voz de Joseph chikito >w<

-¿Acaso no vas a saludar a los señores Zepelli? Asi no es como yo te he educado jovencito ¡Baja ahora mismo!

-S-si abuelita.

Mientras tanto el pequeño italiano ahogo su risa al ver como el contrario era tratado. Parecía que nadie lo escucho excepto al joven ingles, esto irrito mucho al chico ya quien le hubiera encantado patearle el trasero a ese maldito italiano, pero consciente de que solo conseguiría un paraguazo de la anciana intento reprimir su rabia.

-Encantado de verlos señores Zeppeli.- Dijo mientras hacia un reverencia.

-Bien, ahora si te puedes ir.

A la mujer no le dio tiempo de terminar la frase para que el chico volviera a subir las escaleras como si su vida se fuera en ello.

-¡PERO!-El chico volvió a parar.-Sin correr.

-Si, abuela Erina.- Dijo para después volver a su anterior acción pero con mas calma.

-Tu también puedes ir Caesar.

El rubio asintió y subió las escaleras. Simplemente siguió al otro chico hasta una habitación. La habitación parecía el dormitorio del otro chico. El estaba jugando con sus juguetes. Se quedó de pie sin saber que hacer exactamente, realmente había un ambiente muy tenso e incómodo. Ninguno de los dos quería hablar con el otro. El plan de que los Zeppelis fueran a visitar a Erina y a su nieto ya habia sido establecido desde hace varios meses. Los ancianos esperaban con ansias poder volver a ver a sus queridos amigos e intentaron transmitir aquella felicidad a sus nietos. Esto en cambio habia hecho el efecto contrario en los jóvenes. "Joseph, Robert y William son grandes amigos de tu abuelos y míos, espero que vosotros dos también seáis grandes amigos." "Caesar, dentro de unos meses visitaremos a Joseph y su abuela Erina. Espero que puedas hacerte amigo suyo ¿No seria una tradición tan bonita que la amistad de los Joestar y Los Zeppeli continuara a través de las décadas?" Era agotador y los dos jóvenes sentían una gran presión por complacer a sus familias. No era la primera vez que se habían visto, pero las veces en las que habían convivido juntos eran bastante escasas. Al principio lo intentaban pero ya estaban artos del otro y solo intentaban no pelearse mucho en frente de los adultos.  

Enamorando a un Zeppeli (CeaJose)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora