🔮 Capítulo V 🔮

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11:44pm

-Vamos, Alisson. -dije jalando su brazo derecho-

-Noooo, nooooo quieroooo. -dijo aferrándose más al tubo, suspiro-

¿Cómo acabé en esto?

Cierto, ya recordé. Soy imbécil.

Realmente eres un imbécil, mi buen amigo Alan. De verdad, te lo digo de corazón.

UNAS HORAS ANTES...

Genial, simplemente genial. Llevó dos horas, ¡Dos putas horas tratando de ganar este maldito nivel! ¡Y viene mi mellizo y lo gané en veinte minutos!

Y cabe resaltar que a mí hermano Angus odia, esperen, no soporta estos videojuegos. Ya sabes, tiroteos, muerte y eso pero dice él que es pura“baba”.

–¡Boom! ¡En tu cara, baboso! –dijo mi mellizo Angus, burlándose de mí–

–¡Vete a la mierda, estúpido! –le quitó el mando del Playstation– ¡Además no me llames baboso, que aquí el baboso eres tú!

–¿¡Cómo me llamaste!? –gruñe–

–¿Acaso de estúpido y baboso también eres sordo? –gruñó, lanzando el mando por algún lado de la habitación–

–¿Quieres pelear, eh? ¡Pelea tendrás! –gruñe, tirándose encima de mí–

Angus está tirado encima de mi tratando de golpear mi cara, cosa que no lo logra, entonces con un movimiento rápido yo quedó encima de él mientras le pegó.

Después de un rato, entra la mujer más hermosa pero temible a la misma vez.

–¿¡Qué mierda pasa aquí!? –ambos sobresaltados por la aparición repentina–

–¿Madre? –decimos al unísono–

–Madrecita hermosa... –dice mi mellizo tratando de persuadirla–

–¡Madrecita hermosa, ni carajo! ¿¡Me pueden explicar que demonios pasó!? –entra a mi habitación de un puertazo, ambos gemimos por la bajo, sabiendo lo que nos espera– Haber, ¿quién de los dos va a confesar? –dijo cruzándose de brazos, haciendo que mi hermano y yo nos miremos entre nosotros y asentimos, dándole a entender que yo iba hablar–

–Explicó yo, madre. –dije, sentado de rodillas mirando al frente pero viéndola así como me está mirando ahora realmente da miedo–

Imagínate me miraba como un león mira a su presa y eso quiere decir que tarde o temprano se lo va a comer, no sabe cuándo pero de qué se lo come se lo come.

–Pues... Lo que pasó fue que mi hermano Angus me ganó un nivel de un videojuego que yo llevó jugando hace un rato... Entonces me grita que ganó y estaba presumiendo... –me interrumpe–

–¿Qué yo te andaba presumiendo? ¡No seas tan hijo de puta! –me grita, lo fulminó con la mirada–

–¡Angus! –grita mi madre– ¡Respétame, que estoy aquí!

–Perdón, ma. –agacha la cabeza–

–¿Y entonces? –insistió–

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