🔮 Capítulo XVI 🔮

11 5 0
                                    

MIKAELA.

Al bajar del taxi, pagó lo que me cuesta por mi  transferencia bancaria a el número del chófer. Doy las gracias a pesar de que tengo mala cara, hago lo mejor posible en agradecer con una sonrisa aunque sea falsa.

Este asiente y se va. Giro sobre mi propio eje y me dirijo a la puerta principal. Dudo en llamar por unos instantes. Suspirando, abrí la puerta lentamente.

Al abrirla; vi a mi tío en una esquina hablando por teléfono, parecía preocupado y mientras tanto, mi madre consuela a mi padre.

Entonces, hago acto de presencia con un carraspeó. Todos miran a mi dirección, mi padre se levanta del lugar donde estaba sentado y se dirige a mí para abrazarme.

Siento sus brazos rodeándome de la cintura. De repente, viene un recuerdo.

El recuerdo de aquel vampiro que me consoló sin tener ninguna intención de desangrarme. Lentamente, voy correspondiendo al abrazo de mi papá.

–Mika... –se separa y me mira a los ojos– ¿Dónde estabas?

–Necesita tomar aire fresco... –murmuro por lo bajo–

–Mi niña... –mamá se acerca a mí– ¿Estás bien, cariño?

–Yo... Y-yo iré a dormir... Nos vemos... Adiós, tío. –me despido–

–Adiós, linda.

Subo las escaleras de dos en dos pero la voz de mi tío me detiene a mitad de camino.

–Franklin, Kinda. Me preocupa Mikaela. –dice mi tío–

–A nosotros también, Kenn. –habla esta vez mi padre– No se tomó muy bien la noticia. Y él solo echo que allá huido lo demuestra.

–Si es verdad, pero, chicos. –dice mamá– ¿No sintieron que había un tipo de aura diferente mezclada con Mika? –me tensó–

–Tienes razón, cariño. –dice mi padre– Habrá que averiguar de quién era, pero lo haremos mañana. –suspiro aliviada– Hermano, ya es muy tarde para que manejes. ¿Por qué no te quedas en el cuarto de invitados?

–¿No será ninguna molestia? –dijo mi tío, Kenn–

–Para nada. –mamá le resta importancia– Eres de la familia después de todo. –puedo jurar que mamá está sonriendo–

Sin intención de seguir espiando, termino de subir las escaleras hasta llegar a mi habitación.

Entró y cierro la puerta con seguro para que no te nadie me interrumpiera.

Suspirando, me dirijo a mi armario para sacar mi pijama de dos piezas.

Una blusa de seda con tirantes negras de encajes y una short corto también de seda negra y con encajes a ambos lados.

Me dirigí a el baño, indecisa. No sabía si tomar una ducha o meterme en la tina. Alternando mi mirada, opte por bañarme en la tina.

Me despojo de mi ropa y me meto en la tina con agua caliente haciendo que ese simple contacto con mis músculos tensos se relajarán.

Cierro los ojos, pensando en lo último que me ha pasado en estos tres días.

Conocí a un vampiro.

Me pelee con mi mejor amiga.

Mi papá tiene leucemia...

¿Qué mal abre echo a este mundo en mi vida pasada para merecer esto?

Gruñendo, sin encontrar respuesta alguna a mi pregunta; termino de darme mi baño “relajante” si se puede decir así, claro.

–Hermana. –abró los ojos y veo a Brenda asomarme por la puerta del baño–

F A N T A S Í A Donde viven las historias. Descúbrelo ahora