🔮 Capítulo XI 🔮

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ALISSON.

Notó que Mika esta muy nerviosa. Sin poder evitarlo, bajo mi mirada a su cuello totalmente enrojecido. Aprieto la mandíbula y me muerdo la lengua antes de decir alguna estupidez.

Suspirando. Me siento encima de mi cama tomando un almohada para ponerlas sobre mis piernas que se encuentran cruzadas.

–Soy toda oídos. –dije–

–Bien. –suspira– Alan me mandó una mensaje por la mañana...

Me cuenta absolutamente todo. La charla que tuvo con Alan hasta que se empezó a sentir nerviosa en la cafetería de aquí el área.

–Pero no entiendo. –me recosté a la pared que está atrás de mi cama– ¿Cómo sabías que había alguien espiandote.

–No lo sé. Se puede decir que fue... ¿intuición? –preguntó al aire– En fin. Continuó. Me empecé a sentir nerviosa y fui caminando hasta el parque donde siempre Alan, Angus, tú y yo vamos a pasar el rato. Cuando llegue, me senté bajo mi árbol favorito de allí, pero aún así seguía sintiendo esa mirada encima mío. Busque con la vista por todos lados y no se porque me dió por mirar hacia arriba, entonces fue cuando lo ví. Vi a el vampiro. Pero ya no es la primera vez que nos vemos. –la detengo–

–Haber, haber. ¿Cómo que no es la primera vez? –le dije confundida–

–Ayer, cuando estaba en la parada de ómnibus para ir al área H-2 a avisar a mis abuelos que había entrado en Rotrak Wooldy. Debido a que se me olvidó huntarme mi “esencia”, –dijo entre comillas– tuvimos un encuentro nada agradable. Pero eso es historia para otro día.

–¿Qué? ¡No! ¡Yo necesito saberlo! –me sobresalté saliendo de mi cómoda posición en la que me encontraba sentada, es decir mi posición que estaba recostada con la pared de mi cama–

–Bueno, tú me avisas. Si te cuento lo que me pasó aquí. –señala su cuello– O casi lo que me pasa acá. –ahora señala su vena Aorta– 

Extraña miró hacia su vena.

¿Por qué la señaló? ¿Le sucedió algo? –me dije a mi misma–

–Bien. Cuéntame sobre tu cuello. –asiento–

–Me asusté cuando lo ví encima mío. Así que, de manera rápida, me levanté del piso y me pare frente a él. Entonces, bajo de el árbol y me dijo. –carraspea– Nos volvemos a encontrar, humana. –finje ser un hombre con voz ronca y yo trato de no reírme– Le pregunté qué hacía en el área de las brujas pero no me respondió... –se queda callada–

–¿Mika?

–Volví a ver sus ojos. Sus hermosos y cautivadores ojos rojos opacos. –dijo con adoración mientras hablaba– Nunca en mi vida había visto unos ojos tan encantadores, claro después de los tuyos. –sonríe haciendo que yo también sonría– Pero sin duda, eras preciosos. Entonces dije para mí misma qué que ojos más hermosos y él me leyó la mente. Pues, primero me morí de la vergüenza pero reaccioné y me enojé muchísimo. Y le grite.

«Ese gesto al parecer le molestó y con una velocidad increíble me agarró con el cuello, me embistió contra el tronco del árbol y me susurró en el oído que tenía agallas además que era la primera humana en desafiarle después de tantos siglos. Entonces yo le dije de manera irónica que si debía sentirme elogiada y eso lo molestó más aún por lo que me apretó el cuello hasta casi dejarme sin aire y poco a poco fui perdiendo el conocimiento. Pero antes de que eso sucediera me soltó. Después, le dije que era un bruto y se quedó inmóvil. Por último, me dijo que él y yo nos volveríamos a encontrar y le respondí que lo tuviera por seguro para luego desaparecer como por arte de magia. Fin.

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