🔮 Capítulo XX 🔮

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–Ya retirense. –ordena el príncipe vampiro para retomar su vista a la ventana donde desde dicha altura observaba a la humana que mantiene su mente perturbada–

Aún estando varios metros lejos de ella puede sentir el dulce aroma que tiene su sangre haciendo que su boca se hiciese agua mientras sus colmillos sobresalían...

–Mi vida es tan jodida, maldición... –murmurar Jossef resentido– Primero me reencuentro contigo y ahora vas a estudiar en esta maldita universidad –suspira dolido el vampiro– ¿Dime qué hago, Nana? –dice el chico mirando al cielo–

[...]

MIKAELA.

Por los dioses. Este lugar es enorme. Nunca pensé que era si de alta, osea, sabía por los libros antiguos y las historias de mi familia –por parte madre obviamente– que el edificio era grande, pero joder, no me creí que fue así.

¿Cuántos metros tendrá esa cosa?

–Hola. –dice un hombre con traje que consistía en un pantalón negros junto a una camisa del mismo color,  además de su barba blanca no muy larga y una sonrisa amable en sus labios– Deben ser los nuevos estudiantes, ¿no es así?

–Si, así es. –respondí amablemente, ya que mi amiga todavía anda reiniciando el sistema operativo de su cerebro– Aunque faltan dos de nuestros amigos que también aprobaron las pruebas.

–Claro, entiendo. –sonríe de manera dulce– Oh, perdón no me he presentado. Mi nombre es Robert Landon y seré su profesor de Humanidades. –estira su mano–

–Mucho gusto, señor Landon. Mi nombre es Mikaela Aullan, mi amiga se llama Alisson Buraks y el chico se llama Matt Wuoll. –estrecho su mano contra la mía, sonriendo alegremente–

–Encantado. –me devuelve la sonrisa– Espero que su estancia en este grandísimo lugar sea de su agrado, chicos. Bueno, si me permiten, les puedo dar un recorrido.

–Si, gracias. –dice Alisson con su sistema operativo totalmente actualizado– Nos haría un gran favor.

–Bien, en marcha. –dice el señor Landon girando sus pies rumbo a adentrarse a el edificio–

–¡Oigan esperen! –escuchamos desde atrás un grito masculino–

Cuando miro de reojo, me encuentro con los gemelos Alan y Angus corriendo hacia nuestra dirección, yo totalmente divertida de la situación les digo:

–¿Se les pegaron las sábanas, caballeros? –digo con burla en mi voz una vez que llegan a nosotros, jadeando–

–Vete a la mierda, Mikaela. –me responde Angus entre dientes, me río en voz baja– Fue culpa de este imbécil por no poner la alarma. –dice resentido–

–¿Te recuerdo quien tenía mi teléfono jugando Call of Duty a las tres de la mañana? Agente Reliquia Antigua. –dijo Allan con sorna, provocando un sonrojo excesivo en su hermano–

–¿Agente Reliquia Antigua? –dice Matt riéndose a carcajadas– ¿En serio, hombre? Debería darte vergüenza de ese nombre tan ridículo.

–Escuchen bien los dos. –menciona Alisson ignorando de marena olímpica a el chico misterioso– El es nuestro profesor de Humanidades Robert Landon y también será nuestro guía. Así que por favor, tengan un poco de respeto.

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