La Sevyconda es....

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Seguí riendo un poco más hasta que Severus dijo algo tan hiriente que me dieron ganas de arrancarle la cabeza, pero era yo así que no lo haré.

Severus : Más le vale no comer tanto de esas horribles cosas rompe dientes

Yo : No son cosas horribles, si algún día se dignara a probar al menos uno le aseguro que cambiará de opinión.

Severus : Pues espero que sí los come, se lave los dientes

Yo : ¿Que insinúa?, Bueno eso no importa, solo le diré que más le vale comer demasiado no quiero perder mi figura

Por alguna enfermedad o algo así yo no puedo engordar aunque coma demasiado, gran suerte la mía.

Severus : y a usted más le vale no dejarme mal y arruinar mi personalidad

Yo : si claro, que gran "personalidad" que le teman sus alumnos y no lo dejen de murciélago

" Mientras más rápido consiga ese antídoto más rápido podré librarme de ella" pensó Severus desviando su mirada y cruzándose se brazos.

" Porque razón me gusta molestarlo, será que es divertido y lindo verlo enojado, ah quien sabe pero es verdad que es muy lindo " pensó TN pero agitó su cabeza intentando alejar esos pensamientos.

Albus solo nos veía divertido sin decir nada, si había visto bien creo que hasta saco algunas golosinas, bueno barbón es buen chismoso.

Después de eso cada quien se fue a su habitación, tenía prisa por tomar algunas fotos con este cuerpo y tal vez, TAL VEZ, me atreva a ver el tamaño de la Sevyconda, sonreí malévola mente.

Al llegar a mi habitación lo primero que hice fue escribir en mi diario, reía de vez en cuando por lo que escribía, luego me vi al espejo, quería pero no sé si era lo correcto.

Ese día no me atreví, no el siguiente, ni el siguiente, luego de dos días lo hice, estaba en ropa interior impresionada de lo bien formado que estaba el cuerpo de Severus, tal vez se veía un poco gordo por tanta tela que usaba, pero en realidad era muy atractivo, sus pectorales y cicatrices eran bellos y sexys. Acaricie esas partes hasta llevar mi mano a lo boxer.

Baje mi mirada aún decidiendo si hacerlo, respiraba algunas veces, caminaba por la habitación como León enjaulado, me agarraba el cabello, soltaba bufidos, luego lo hice me meti al baño por precaución y baje mis boxer con los ojos cerrados, me los quite y comencé a abrir los ojos, al ver el enorme tamaño quede muda, era más de lo que me imaginé, era gordito largo, con sus típicos tonos blancos, la punta roza y algunas arrugas, lleve una mano a aquella cosa y toque un poco, vaya que se sentía bien. Lo tome con una mano lista para hacerlo, luego cau en cuenta de lo que hacia y me puse el boxer con rapidez para luego coultarme en mi cama con una cobija.

Estaba loca si iba a hacer eso, estaba realmente loca, pero se sintió bien, ahora solo imaginaba como sería si Severus tuviera su cuerpo y yo el mío, la cantidad de cosas que haríamos. Trague en seco sonrojándome por lo que estaba pensando.

Yo : Ya valió , ahora no podré verlo a la cara

Susurré tapándome mi cabeza con una cobija, yo y mi curiosidad siempre deben salir perjudicados.

Severus Snape Y Tú (Polos Opuestos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora