Lobo lunar

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No escuché más pues el dolor no me lo permitía, vi mis manos y creí que se estaban enconjiendo o algo por el estilo, me comenzó a doler de nuevo todo el cuerpo y con la poca visión que tenía pude ver que me crecía pelo en todo el cuerpo, me abrace con la intención de intentar calamar el dolor.

Comencé a ver diferente, los colores del alrededor eran más claros, deje ambas manos en el piso poniéndome en cuatro, cerre mis ojos apretandolos, poco a poco el dolor se calmaba y yo me sentía mejor abrió mis ojos más calmada, intenté levantarme pero note pelo en mis piernas y brazos además de que estás se veían diferentes, me senté pero sentí algo moverse atrás, al girar mi cabeza vi una cola de lobo blanca.

Me puse de nuevo en cuatro asustada, retrocedi sintiendo algo detrás, era Remus. Este me veía preocupado y calmado.

Lupin: No te asustes, se que es extraño este radical cambio pero te aseguro que te acostumbrarás.

Retrocedi poco a poco y el avanzaba, intento poner una mano en mi cabeza pero yo eche a correr, estaba asustada y eso era notorio.

Lupin: ¡¡Eli, Espera!!

Comenzó a seguirme, me di cuenta que podía correr más rapido y esquivar árboles, piedras y cualquier cosa con mayor facilidad, con estas habilidades corrí lo más lejos posible del castillo.
Mientras corría decidí no volver, no quería lastimar a mis amigos, según lo que veo y como me siento, soy un lobo lunar y según lo que me dijo Hermione, estos lobos son demasiados peligrosos para cualquier criatura, sus afilados dientes te pueden destrozar en solo segundos, sus patas pueden arañar hasta las más fuertes puertas, tenia miedo pero no podía volver, debo mantener a todos a salvo , incluso de mi.

Después de ver que estaba suficientemente lejos me detuve y comencé a llorar, pero solo se escuchaban aullidos, pensaba en cosas como que ahora ya no podía ser normal, ya no podría acercarme a nadie por miedo a lastimarlos, ya no podría hablar con personas porque tal vez ellos me tendrían miedo.

Narrador omnisciente

Mientras Elizabeth lloraba, entre los arbustos se escucharon ruidos, ella se asustó y se puso en modo defensivo, de entre los arbustos salieron unos lobos iguales a ella, pues estos habían acudido lo más rápido que pudieron para poder ayudarla, con algunas señas hicieron que ella los siguiera. Elizabeth no tenía de otra así que lo hizo dando una última mirada al castillo que se veía de lejos.

Aquellos lobos fueron a su ayuda y le enseñaron que ellos podían convertirse en humanos, cuando la luna se ocultó ella se convirtió de nuevo y ellos pudieron ver que era solo una niña, que debían enseñarle a manejar este nuevo poder porque si, estos hombres lobos pueden transformarse si así lo desean.

Ahora Elizabeth tenía el pensamiento de que cuando logrará dominar ese instinto animal, volvería a casa, con sus amigos y familiares, pero bien sabía que eso no sería tan fácil, no podría dominar tan fácil el instinto animal que ahora la carcomía cada Luna llena.

Severus Snape Y Tú (Polos Opuestos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora