Capítulo X

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RM se marchó sonriente de tu casa después de haber recibido el cálido beso en su mejilla. Recordar el abrazo en el bosque y cómo había sostenido tu cuerpo tan asido al suyo, le provocaba calor en la parte baja del abdomen. Él no estaba acostumbrado a las manifestaciones físicas de cariño, ni se sentía cómodo con ellas, pero contigo se sentía diferente. Por el contrario, anhelaba aunque fuera solamente rozar tu mano.

La sonrisa se desvaneció cuando percibió un olor conocido frente a su casa.

Namjoon: ¿Me buscabas? (Preguntó en tono serio).

Deva: No necesitas ser tan indiferente siempre. Podrías saludar y preguntarme cómo estoy por una vez, eso no te va a matar.

Él se mantuvo en silencio, así que ella continuó después de un suspiro.

Deva: Mi tío te espera esta noche en su casa para cenar.

Namjoon: Está bien, ahí estaré.

Deva: Y arréglate un poco que habrán invitados.

La chica se marchó luego de decir esto.

RM entró a su casa, se duchó y procedió a arreglarse para la cena. Se puso unos jeans negros y una camisa negra de mangas largas un tanto sobria. Cuando llegaron las ocho de la noche, se marchó a casa de Bard.

Él lo estaban esperando, lo invitó a sentarse en el sofá y le ofreció una bebida.

Bard: Ya pronto vamos a pasar al comedor, solo estamos esperando a nuestra última invitada.

A los pocos minutos, el auto de Menz se estacionó al frente. Para sorpresa de RM, tú saliste del vehículo, del lado del pasajero. Llevabas un vestido gris de satín con mangas de farol ¾; una cinta ceñía tu cintura con un pequeño lazo y la falda era larga por debajo de las rodillas. Llevabas el cabello amarrado en un moño, con algunas mechas cayendo a los lados de tu cara.

Sus ojos se iluminaron al verte, pero no pudo evitar sentir fastidio al mirarte junto a Menz y aquellas atenciones que este tenía para contigo.

Tú te asombraste al llegar a casa de Bard. Definitivamente era la más grande y lujosa de toda la comuna. Era difícil imaginar a Bard y a Menz viviendo solos ahí cuando esa casa podría albergar a una familia de diez fácilmente.

Te sonrojaste al percibir el olor de Namjoon dentro de la casa. Estabas emocionada por poder verlo de nuevo, aunque apenas habían pasado un par de horas desde que se despidieron en tu casa.

Al entrar, le hiciste una pequeña reverencia a Bard. Él asintió y luego te dirigiste a Namjoon; pero él estaba muy serio. Recordaste lo que JK te había dicho, así que supusiste que estaba así porque no le agradaba Menz.

Bard: Pasemos al comedor, Deva está sirviendo la cena.

Al pasar al área del comedor, una chica les dio la bienvenida. Era una joven alta, piel canela, de cabello rojizo ondulado largo y ojos celestes. Llevaba un crop top blanco muy ajustado a sus pechos grandes y una falda rosa larga con una abertura en la pierna. Rebosaba tanta confianza y sensualidad, que te hacía sentir insegura.

Menz: T/n, déjame presentarte a mi prima, ella es la bella Deva.

La chica te saludó con un beso en la mejilla.

Bard: Deva también es una hija de la luna como tú. Así que puedes acercarte a ella con confianza si tienes alguna duda.

Deva: Claro que sí, si alguna vez te sientes sola o confundida, solo búscame. (Dijo cerrándote un ojo). Por favor, tomen asiento. Espero que disfruten de la comida, la hice con mucha dedicación.

Hijos de la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora