Capítulo XIV

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Ya quedaba poca gente en el lugar. Tus padres te habían estado buscando por todo el sitio hasta que al fin te vieron llegar.

Papá: Hija, ¿dónde te habías metido? Estábamos a punto de irnos.

Mamá: ¿Qué te pasó, T/n? ¿Por qué traes la nariz roja? (Indagó observando tu rostro).

T/n: Discúlpenme, es que algo me dio alergia, así que tuve que salirme y estuve estornudando un buen rato.

Mamá: Ay, mírate. Tan bonita que viniste y ahora vas hasta con los ojos hinchados. Hace rato que no tenías crisis de alergia.

T/n: Deberíamos irnos a casa.

Mamá: ¿Ya felicitaste a tu amigo Namjoon? Debes estar feliz por él aunque es muy joven, tiene tu misma edad, solo es mayor por unos meses.

T/n: Sí... vámonos, por favor.

Todos se montaron al auto y tu papá arrancó. Cuando iban pasando frente a la puerta del edificio, Namjoon apareció y sus miradas se cruzaron por segundos. Él te vio en silencio mientras te marchabas, con una sensación de molestia en el pecho.

Las siguientes semanas al anuncio fueron extrañas e incómodas. Cada vez que se iban a la universidad con Jin, todos en el auto permanecían en silencio. Durante las clases, tenías muy pocas interacciones con RM, y también procurabas estar sola en el almuerzo.

Tú pensabas que, si empezabas a crear la distancia, sería menos doloroso verlo casarse con Deva. Pero, a decir verdad, cada día que pasaba era peor; no podías evitar pensar en él todo el tiempo. Luchar contra esos pensamientos era agotador, literalmente. Sentías cómo tu cuerpo se quedaba sin energías rápidamente y no podías concentrarte en las asignaciones de clases, ni en tareas sencillas en la casa; tampoco podías con el entrenamiento junto a los chicos.

Por su parte, RM también estaba sumamente agobiado. Él no deseaba casarse, pero el deber como alfa lo superaba, era un sentimiento que lo desgastaba. Si bien Deva no era una mala mujer, él simplemente no la quería; y la mujer que era especial en su vida estaba cada vez más lejos de él. Pero por mucho que te deseara, no podía atreverse a pedirte, pues el matrimonio en ese momento era más un castigo que una bendición.

Los chicos no pudieron evitar hacer el comentario de cómo tú te habías alejado un poco del grupo, y procurabas pasar menos tiempo alrededor de ellos, aun si eso significaba que otros se acercaran a ti para molestarte.

Hoseok: RM, ¿has hablado con ella?

Namjoon: ¿Hablar sobre qué?

Hoseok: Para tratar de averiguar qué le pasa. Ustedes eran bastante cercanos hasta antes de que se anunciara tu casamiento.

Él se levantó sin decir nada y se marchó de la cafetería, evidentemente molesto.

Jin: No sé qué pasa con ellos, es como si ambos quisieran evitarse. El día de la asamblea, después del anuncio, ella no se le acercó ni por un instante, ni siquiera creo que lo haya felicitado.

Yoongi: Y hablando de la asamblea, este fin de semana será luna llena, así que los ancianos van a reunirse y Bard fijará la fecha. Luego de eso Namjoon estará oficialmente comprometido.

Sin poder ser más un simple espectador, Hobi se acercó a ti para conversar después de clases. Tú estabas sola en la biblioteca estudiando.

Hoseok: T/n... ¿Puedo sentarme a tu lado un momento?

Tú asentiste y le hiciste ademán para que se sentara en el asiento junto a ti.

Hoseok: Dime, ¿cómo te sientes?

Hijos de la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora