Capítulo XXIII

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La lluvia ya era solamente una leve brisa. Tú habías puesto a lavar tu ropa junto con la chaqueta para entregársela limpia a Daven y habías preparado chocolate caliente para los dos.

JK: A esta hora ya deben haber llegado los demás deben estar en casa de Jin. ¿Vamos?

Tú te quedaste en silencio un momento.

T/n: Si quieres ir, vete. Yo me quedaré.

JK: Lo siento, había olvidado que no quieres ver a RM entonces me quedaré aquí contigo.

T/n: (Sonriendo) No tienes que hacerlo. Sé que RM es tu persona favorita en el mundo, vete si quieres.

Jungkook sonrió apenado, terminó de tomar el chocolate y se marchó contento.

Encontró a todos reunidos en la casa de Namjoon. Cuando llegó, los chicos le explicaron lo que había pasado contigo en la universidad y cómo habías cortado su amistad. El menor estaba muy sorprendido; de pronto recordó lo de la chaqueta y decidió comentárselos.

JK: T/n llegó con una chaqueta prestada a la comuna. Tenía un aroma que no conozco, pero creo que era el de él.

Todos lo miraron asombrados, especialmente RM.

Namjoon: ¿Qué dices? ¿Por qué estás tan seguro?

Jungkook describió el olor a detalle y todos estuvieron de acuerdo de que era el aroma de Daven.

RM estrelló un puño contra la pared, dejando un enorme agujero en ella.

Jin: Namjoon, tranquilízate, ¿sí? Este no es momento para perder la cabeza.

Namjoon: ¿Cómo me pides que me calme? No puedo controlar lo que me hace sentir.

Jin: No dejes que el enlace lunar te controle. El Namjoon inteligente, tranquilo y sereno es quien debe tomar las riendas ahora. Él es el único que puede recuperar a T/n.

El chico suspiró profundamente.

Jin: Este fin de semana es la boda de Yamil y Frania, toda la comuna está invitada así que seguramente ella estará ahí. Es una buena oportunidad para que intentes acercarte un poco, pero para ello debes estar en control de tus celos.

RM solo asintió.

Al sábado por la tarde se celebraría un matrimonio en la comuna, era una pareja joven y prácticamente todos estaban invitados. A pesar de que estabas enferma, no podías dejar de asistir, ya que eras la beta y futura lideresa de la comuna; tu ausencia no sería bien vista.

Para la ocasión, decidiste llevar un vestido maxi de terciopelo verde, con una especie de corsé para ajustarlo a tus curvas y con una apertura en la pierna.

Cuando llegaste al club, todos te elogiaron. Te veías regia como una reina, pero sin llegar a opacar a la bella novia. Namjoon mismo se quedó sin aliento al verte.

Después de la ceremonia civil hubo una cena y después empezó la fiesta. Los mayores empezaron a retirarse después de comer y prácticamente solo quedaron los jóvenes y unos cuantos adultos durante el resto de la celebración. Tus padres también se habían marchado, así que te quedaste sola en una esquina tomando una copa de vino. De pronto escuchaste una voz tímida detrás de ti.

Namjoon: Te ves muy hermosa.

Tú volteaste sorprendida de que te estuviera abordando luego de lo que había pasado. Él también había llegado muy elegante, de traje y corbatín, se veía muy guapo.

Namjoon: Siempre te ves hermosa pero hoy aún más.

T/n: Gracias.

Él suspiró internamente de alivio al escuchar tu voz. Aunque fuera una respuesta tan corta, al menos no lo habías ignorado. A pesar del alto volumen de la música, ambos podían escucharse si bien estuvieran susurrando.

Hijos de la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora