Narra Eren
Me encontraba en medio de una pelea contra Reiner, el Titán Carguero, el Mandíbula y unos cuantos soldados de Marley que habían invadido de nuevo la isla con la intención de robarme los poderes del Fundador. Obviamente no iba a dejar que se salieran con las suyas, por eso, los ataqué con todas mis fuerzas y no me rendí. "Mientras tengas un motivo para seguir avanzando debes levantarte una y otra vez" me decía. Incluso vi a mis amigos y a mi amada peleando a mi lado, ayudándome de alguna manera a pesar de que no les parecía del todo bien mi decisión; la salud de Haruka es algo delicada, preferiría que no se moviera demasiado pero conociéndola seguro que había venido aunque los demás intentaran impedirlo. "Tú nunca cambias ¿eh, Haruka?".
Fueron muchas las veces que pude haberme dado por vencido, por suerte, mi hermano Zeke llegó para brindarme un poco de ayuda cuando el oponente rubio casi me devora. Sin embargo, creo que solamente me sirvió en ese momento. Hubo gente eldiana que acabó transformándose en titanes... "Todos aquellos que se han embriagado con el vino de los extranjeros marcaron su destino: morir con su conciencia humana dormida". Lo sentí mucho por Falco; me conmovieron los esfuerzos de Colt por salvarlo.
El Titán Bestia fue atacado por el capitán del otro bando provocando en mí un fuerte nerviosismo (para los demás eran momentos de tensión, pues el destino de la humanidad más allá de los muros dependía de si yo hacía contacto con Zeke). Al final, logramos hacerlo gracias a que Gabi me voló la cabeza; me daba por muerto y eso me hizo sentir terriblemente triste hasta que, de la nada, mis ojos estaban siendo iluminados por luces claras de colores: estaba en los caminos. A mi espalda, Zeke se encontraba encadenado, con el cabello y las uñas largas, jugueteando con la arena. Él pasó mucho tiempo esperando mi llegada. La verdad no me imaginé que el tiempo transcurriera de manera diferente aquí, ni el hecho de que la fundadora Ymir tuviera forma de niña.
-Ahora, Eren -me dijo-. Debes ordenarle a la fundadora que cumpla con nuestro deseo.
¿Cuánto tiempo tuvo que transcurrir para que yo pudiera cumplir al fin con mi destino?
-Tsk. Perdóname estúpido hermano mayor, pero yo no puedo pedirle que haga una tontería así de grande. ¡Los eldianos deben seguir teniendo hijos! ¡Además yo seré padre!
-¿Qué? Eso yo no lo sabía, ¿por qué no me lo contaste?
-No es algo que te importe -Ymir estaba acercándose a nosotros y yo le extendí la mano-. Solamente te usé para venir aquí y fingí estar de acuerdo con tus ideales. Ahora ¡Ymir! Por favor, préstame tu poder -ésta me ignoró.
-Parece que ella sólo cumple las órdenes de aquellos con sangre real corriendo por sus venas -agregó mientras se quitaba las cadenas, las cuales ahora me sujetaban a mí -. Ya me lo temía, nuestro padre te lavó el cerebro, pero por fortuna yo encontré a alguien más que me ayudó. Descubrí que la fundadora es un ser sin voluntad propia, vive con el fin de complacer a la familia real, y con su ayuda yo te salvaré.
-No vas a lograr cambiar mi opinión.
A partir de ahí, comenzó un viaje a través de los recuerdos de mi padre. Hubo escenas llenas de nostalgia para ambos; sentí como si el origen de mi vida fuera transmitido a través de pequeños cortos. Solo cuando se está muerto se valoran hasta las cosas más insignificantes que llegamos a experimentar. Las vidas de todos los portadores del Titán de Ataque viven en mí, así como yo también vivo en ellos. Al final de todo, Zeke se dio cuenta de la verdad y Grisha acabó por afirmar que mis deseos acabarían cumpliéndose.
El viaje duró hasta que apreciamos el orígen del poder. Todo fue provocando por un tipo ambicioso e ignorante que se aprovechó de los poderes de una jovencita que huía para no morir.
...
Coman, hijas mías, hereden el poder de Ymir. María, Rose, Sina, tengan hijos y sigan propagándose; la sangre de Ymir no puede morir. Cuando mueran, mis nietos han de devorar sus columnas y ellos al morir serán devorados por sus hijos. En el futuro, los eldianos controlaremos al mundo con titanes para toda la eternidad, así mi mundo no tendrá fin.
-¡BASTA! ¡Le voy a poner fin a ese mundo! ¡Ayúdame! -grité sujetando a Ymir por la espalda después de haberme liberado de las cadenas-. Tú no eres una diosa ni una esclava, eres una persona. No debes obedecer a nadie, decide por tí misma. Tú decides. Tú eliges. ¿Te vas a quedar aquí por siempre o le pondrás fin a esto?
-Detente Eren, ¿qué pretendes con todo esto? -preguntaba el tercero que, viendo la manera en que hablaba con ella se acercó a nosotros corriendo lo más rápido posible -¡Ymir, cumple mi orden!
-¿Fuiste tú la que me guió hasta aquí? -musité-. Llevas mucho tiempo esperando...
-¡Hazlo ahora!
-... Llevas dos mil años esperando a alguien...
-¡Tengo sangre real!
-...que pueda liberarte.
Al final, todo salió como Grisha había dicho. La venganza para el pueblo de Ymir estaba dando inicio.
Le hablo al pueblo de Ymir. Mi nombre es Eren Jaeger. Uso el poder del Fundador para hablar con ustedes. Deshice el endurecimiento de todas las murallas de Paradise y los titanes se han puesto en movimiento. Mi objetivo es proteger a la gente de la isla en que nací. Pero el mundo desea que mueran, y no sólo los de la isla, no descansarán hasta eliminar a todo el pueblo de Ymir. Yo les negaré ese deseo. Los titanes de las murallas pisotearan a toda la tierra fuera de la isla hasta exterminar toda la vida que haya en ella.
...
Inmediatamente después de haberme transformado, al parecer mi conciencia fue separada de mi cuerpo físico (con esto me refiero solo a mi cabeza); caí a un profundo y oscuro vacío sin fondo. No hay nada, a excepción de mí. Conforme caía poco a poco iba cambiando de forma, pasé de ser un joven a un niño, solo cuando me había transformado por completo toqué fondo. Seguía estando en los caminos. Ymir apareció y yo me senté en la arena.
-Así que tú eres el hijo del demonio -sus labios no se movían al hablarme.
-El Retumbar... mis colegas... dónde... -. Alrededor todo se limitaba a arena. Daba la impresión de que si te alejabas más allá de la coordenada la luz no alcanza a llegar.
-Me imagino que sí estaba esperándote -añadió-. Nunca se me ocurrió pedirle ayuda a nadie. Me limitaba a cumplir con los deseos de la familia real y en ocasiones observaba el mundo a través de ellos, solo cuando estaba muy aburrida. Así fue que yo te conocí por medio de la reina actual, Historia. Jamás ambicioné nada, a excepción del amor de un hombre, quería que alguien me necesitara para sentirse feliz y no por cuestiones de poder. Ni siquiera pude disfrutar mucho de mis hijas y morí defendiendo a ese hombre que amé; intentaba expresarle mi cariño pero él... no me quería en realidad -unas cuantas lágrimas empezaron a brotar de sus ojos-. Me negaba a admitir que solo era utilizada. Prefería mil veces vivir en una mentira, incluso estando aquí por tantos años, pero en el fondo de mi ser gritaba con desesperación sin ser escuchada. Supongo que de verdad te necesitaba Eren.
-Entonces ya sabes quién soy.
Ella asintió con su cabeza, por mi parte, decidí ponerme de pie ahora que me sentía menos confundido.
-Claro, no sé tu historia completa, ¿quieres decirme, con detalles, tus motivos para hacer un asesinato en masa?
-Está bien, solo te advierto que será un poco larga.
Continuará...
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𝘔𝘪 𝘓𝘶𝘻, 𝘛𝘶 𝘖𝘴𝘤𝘶𝘳𝘪𝘥𝘢𝘥
Hayran Kurgu"Eren escúchame, no importa en lo que te conviertas, incluso si eres un asesino y todos te vean como un monstruo, sabes que siempre contarás con el apoyo de tus amigos, de tu familia. Yo siempre creeré en tí. No importa qué tanto cambies, en el fond...