Narra Haruka
Mis muñecas dolían y sangraban. La cuerda me había lastimado en un intento por liberarme. No podía saber si la sangre era mucha o poca, sin embargo, al sentir los chorros bajando por mi piel, siento que posiblemente haya un charco rojo en el suelo.
Tal vez gritar no sirva de nada. Las paredes impiden que el sonido salga o entre, desde que estoy aquí no he sido capaz de oír algo. Si tan sólo hubiera ventanas…
Poco a poco, la desesperación comienza a hacer de las suyas. No ver nada, no saber dónde estás, no saber cuál será tu destino, el tuyo y el de tu hijo, no saber cómo está tu amado. La incertidumbre por el futuro es algo que siempre ha preocupado al ser humano. ¿Cuántas veces hemos disfrutado del presente? ¡Oh! ¡Lo que daría por regresar el tiempo!
Antes, antes. ¿Qué será de nosotros? En ocasiones me gustaría estar muerta. Así no tendría por qué preocuparme por el mañana. Ojalá hubiera tenido una muerte honrada en el campo de batalla como muchos otros soldados, ojalá hubiera muerto junto con Erwin.
¡Erwin! ¿Qué me diría si estuviera aquí? Lo extraño demasiado. En unos días cuando me hace falta la fuerza y la motivación para salir adelante, su recuerdo me llena de fuerza, pero hoy, hoy solo ha conseguido que llore.
Llorar y llorar. Creo que ya no puedo más; si continuó así, podría morir desangrada. Me siento mareada, débil, como una inútil. Tal vez muera hoy… ¡No! Aún hay cosas que quiero hacer, aún hay deseos por cumplir. Todavía no le he dicho a Eren todo lo que siento.
Bueno, pensándolo bien, no puedo morir todavía. ¡Voy a luchar! ¡No importa lo terrible que sea este mundo! … ¡No importa qué tan cruel sea el mundo! ¡Lucha!
Narra Armin
Las cosas siempre son más difíciles de lo que parecen. En ocasiones parece que el universo conspira en tu contra para hacerte caer. Es como una especie de prueba diaria, a la que tarde o temprano, te acostumbras.
Teníamos que evitar a toda costa que el retumbar llegara a Marley. ¿Cómo? La mejor opción que teníamos era viajar en avión. El problema era conseguirlo ya que tanto este como el barco estaban bajo el dominio de la facción Jaeger, sin contar que los Azumabito también se encontraban allá.
¿Qué hacer en casos como estos, cuando la mejor opción que tienes es rendirte? La verdad no sé de dónde obteníamos la fuerza para salir adelante. Creo que estoy a punto de caer…
Nos hemos reunido para elaborar un plan lo más efectivo posible. Al final acordamos pelear juntos, cargar con esto juntos y, ojalá no sea así, morir juntos. Debíamos engañar a nuestros propios compañeros para conseguir lo que tanto nos hacía falta.
Se siente una molestia en mi corazón, como una pequeña espina que se ha clavado en él, me incomoda pero no podré sacarla hasta que Eren regrese.
Los Azumabito estaban en uno de los edificios junto con Floch. En todas partes se veían soldados armados, listos para atacar cuando se diera la orden. El plan iba a comenzar.
-¡Floch! Mataron a Jean y a Onyankopon, además los titanes huyeron, debemos perseguirlos en barco. ¡Ha ocurrido una tragedia!
Connie y yo fuimos con Samuel y Daz, dos de nuestros compañeros. Intentamos convencerlos actuando lo más natural posible; conversamos un poco, con una enorme incomodidad y al final, Floch ordenó atacar.
-¡Traidores! ¡Traidores!
¡¿Por qué siempre que intentamos arreglar las cosas sin violencia todo sale mal?! Es sorprendente que mi ideología en favor del diálogo no haya cambiado a pesar del constante fracaso de las palabras. Incluso yo me admiro de ello.
Entramos en acción. Tendremos que asesinarlos.
Narra Mikasa
Entré a pelear en el edificio. Llevé a los Azumabito al sótano ya que me parecía un lugar seguro para ellos. Al poco rato llegaron la comandante Hange y Magath; nos ocultamos en una de las habitaciones y acordamos armar el avión en tierra, en un lugar alejado, para ello viajaremos en barco, y con mucha suerte, podremos detener la masacre.
Jamás me iba a imaginar que acabaríamos haciendo eso.
Un sonido casi imperceptible me llegó de repente; era algo muy parecido a un gemido agonizante. Presté más atención a ello. Dejé que los demás llevaran a los Azumabito al barco mientras yo trataba de hallar de dónde provenía aquello.
Al final llegué a una habitación algo lejana. Forcé la puerta y lo que vi me pareció terrible. ¡Haruka estaba atada y ensangrentada! Su piel estaba muy pálida y su respiración entrecortada. Se había desmayado por la pérdida de sangre. Pude liberarla y con gran cuidado la cargué y llevé a un lugar seguro.
Esta es la mujer que Eren acabó escogiendo. Si ella no llegara a sobrevivir, ¿tal vez…
Continuará...
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𝘔𝘪 𝘓𝘶𝘻, 𝘛𝘶 𝘖𝘴𝘤𝘶𝘳𝘪𝘥𝘢𝘥
Fanfiction"Eren escúchame, no importa en lo que te conviertas, incluso si eres un asesino y todos te vean como un monstruo, sabes que siempre contarás con el apoyo de tus amigos, de tu familia. Yo siempre creeré en tí. No importa qué tanto cambies, en el fond...