15. Pieza Maestra

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Narra Haruka

Luego de una deliciosa cena subí a mi habitación para reflexionar un rato. Desde mi ventana la puesta de sol lucía sumamente espectacular: los colores rosados, amarillos y naranjas se fundían poco a poco hasta quedar todo azul oscuro, pequeños puntos blancos y una luna sonriente decoraban aquel inmenso vacío. Ojalá yo también pudiera sonreír como la luna…

¿Qué clase de madre seré? Creo que sería muy torpe, pero Eren ¡ni se diga! Seguro que será el doble de torpe que yo.

A pesar de todos los problemas, estoy segura de que seremos una familia feliz. La familia Jaeger: el señor Jaeger, la señora Jaeger y su hijo o hija. ¡Vaya vergüenza que me daría ese nombre de "señora Jaeger"!

Claro, si todo sale bien en esta lucha. Últimamente no hago más que suspirar; por la razón que sea, Eren y yo estamos en mundos distintos y a la vez, en el mismo lugar. Suena extraño pero es lógico.

Lo peor de estar tan distraída, es que no noté cuando unos hombres con vestimentas negras entraron a la fuerza por la ventana. Pude haberlos detenido pero fueron muy rápidos y yo no tenía ni la menor idea de que iba a ser atacada.

Eran dos. Uno de ellos me dio un golpe en la cabeza y caí desmayada. Después de eso no supe qué pasó. Pero ahora me encontraba en un lugar muy oscuro, atada a una silla, deben ser pasadas las doce, pero ni idea. No hay forma de salir, ni una ventana y la puerta (que seguramente había) no era visible ante mis ojos.

Percibí el rechinido de una puerta siendo abierta. Mi corazón latía a martillazos por los nervios. Tal vez no era capaz de verlo, pero sentía una presencia ajena a la habitación, la cual desequilibró el silencio de aquel espacio.

Se escabullía poco a poco, despacio; me sentía acechada, como una presa a punto de ser devorada. El destello de una luz que fue encendida de repente me lastimó los ojos.

-Bienvenida, estimada Haruka.

Reconocía esa voz. Me tardé en recuperar la visión y luego, me topé con Floch.

-¿Tú de nuevo? -pregunté indignada.

-Yo también estoy muy contento de verte.

-Dime, ¿por qué mandaste a tus hombres por mí?

-Esa es una buena pregunta. Verás, había rumores por ahí de que supuestamente Eren tendría un hijo, no fue demasiado complicado descubrir a la madre de la criatura. Se me había hecho demasiado extraño que Eren hubiera querido hablar a solas contigo la vez pasada, así que tuve que reunir a los soldados presentes en el acto y sacarles la información.

"Mierda" me dije. Ahora mi vida, y principalmente la de mi  bebé estaban en peligro.

-Eres un entremetido.

-Deberías controlar tu lengua y dar gracias. Eres muy afortunada de tener al heredero de nuestro libertador. Tengo unos planes increíbles para tí y para tu hijo. Primero voy a anunciarte en público, la gente de Paradise se sentirá encantada con la noticia, la gente confiará más en nuestro movimiento de regeneración. Incluso si Eren muere, dejará un heredero de su voluntad en este mundo, sería el comienzo de un linaje en el nuevo Imperio Eldiano. ¡Eso es sumamente increíble!

-No permitiré que veas a mi hijo como un objeto de poder. Aún no nace y ya quieres decidir su futuro.

-Es lo natural, por ser hijo de quien es. Solo debes darme la oportunidad de ayudarte y tanto como tú y la criatura vivirán en paz.

Me quedé callada.

-Pensaba darte un tiempo para pensarlo, pero creo que lo mejor es presentarte ante toda la comunidad, antes de que algo malo suceda. En fin. Espero que tu estadía aquí sea grata.

Folch salió de la habitación. Literalmente mi mente estaba en blanco. No sabía qué pensar ni qué hacer.

Lo más lógico era escapar, pero no sabía con exactitud el lugar donde estaba y la cantidad de soldados enemigos, además, mi condición no permitía hacer muchos esfuerzos. Por otro lado, me invadía un inmenso coraje.

-No te preocupes mi amor, mamá encontrará una forma de salvarnos.


Continuará....





Una disculpa por haber tardado mucho en actualizar. Mi rutina no me permitía escribir mucho, peor aún así procuraba hacerlo en los ratos libres. Espero que lo hayan disfrutado a pesar de haber sido un capítulo corto. Saludos.

𝘔𝘪 𝘓𝘶𝘻, 𝘛𝘶 𝘖𝘴𝘤𝘶𝘳𝘪𝘥𝘢𝘥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora