1. Nuestro Error (+18)

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Contenido no apto para menores de edad. Lean bajo su propia responsabilidad.

Narra Eren

"Eren escúchame, no importa en lo que te conviertas, incluso si eres un asesino y todos te vean como un monstruo despiadado sabes que siempre contarás con el apoyo de tus amigos, de tu familia. Yo siempre creeré en tí. No importa qué tanto cambies, en el fondo de tu corazón seguirás siendo el mismo Eren de siempre."

¿Por qué tenía que recordar eso justo ahora? ¿Por qué? Tal vez sea porque no quiero aceptar lo que he hecho: asesiné a niños inocentes, quizás familias enteras, acabé con sus edificaciones, les causé pánico y horror, les arrebaté la alegría, así como ellos lo hicieron con mi gente en el pasado. Y todo para cumplir con la misión que me ha sido encomendada, por algo que sólo yo entiendo.

Mis amigos han venido a rescatarme una vez más, ¿por qué?, porque yo se los pedí, no habría podido escapar solo de Marley. Las miradas de todos eran de decepción, los obligué a pelear y por encima de todo, Sasha estaba muerta.

Y todo por mi culpa. Si tan solo las cosas pudieran ser diferentes. Incluso tú, mi amada Haruka, quien en el pasado me apoyaba con sus palabras tan dulces que recordé hace unos instantes, me ve veías con piedad. Nuestros ojos se cruzaron efímeramemte y luego, me diste la espalda. ¿Aún seguirás confiando en mí? Yo creo que no.

Lo único que deseo es pedirles perdón de rodillas a todos, pero de nada me sirve el arrepentimiento. Es mejor para mí dejar de lado mis sentimientos de dolor. Se siente un frío tan horrible que mi cuerpo ha comenzado a temblar. Sin duda esta es la noche más fría de mi vida.

Narra Haruka

Quisiera entender las acciones de Eren. Se escapó sin avisarnos y causó un caos en el exterior. Yo sé que debe ser muy difícil para él. Justo ahora todos estamos tristes y confundidos., quisiera poder ir a darte un abrazo y confesar mi amor por ti.

Aún te creo Eren, de seguro tú que no, y además te lo había dicho en el pasado ¿no es así?, que no importara en lo que te convirtieras, siempre podrías contar con nosotros. Me da la impresión de que después de esto te irás muy, muy lejos, tanto que aunque estire mi mano no podré alcanzarte.

El viaje de regreso a Paradise me ha parecido de lo más tormentoso. Entre todos nos dábamos consuelo, especialmente a Connie., no sé cómo le dirémos a Nikolo lo sucedido pues él amaba a Sasha.

Por fin llegamos a casa y a pesar de que en la misión salimos victoriosos, no habrá fiesta ni cantos de alegría. La comandante Hange ordenó que llevaran a Eren al calabozo y nos prohibió verlo.

Entre varios soldados lo bajaron del dirigible y lo guiaban de camino al calabozo cuando de repente Eren sufrió un leve desmayo. Mikasa, Armin y yo corrimos hacia él ignorando la orden de la comandante.

Su respiración era entrecortada y sus mejillas se tornaron de color rojo. Le puse mi mano en su frente.

-¡Dios mío! Está ardiendo en fiebre.- dije.

-Comandante, por favor, permitamos llevarlo a su habitación, él no puede estar en el calabozo en este estado.- intervino el rubio -Permita que entre los tres lo cuidemos por esta noche y mañana a primera hora puede encerrarlo si quiere.

-Se lo suplicamos. Por favor, déjenos cuidarlo.- comentó Mikasa.

Hange lo dudó al principio pero luego cedió a nuestra petición. Llevámos a Eren a su cuarto. Quedamos de acuerdo que lo cuidaríamos por turnos: primero Armin, después Mikasa y yo al final., ésto para descansar un poco también.

En la madrugada Mikasa me despertó para que cumpliera con lo que quedamos. Llegué y me senté en la silla que estaba a un lado de la cabecera de la cama. Al parecer Eren estaba profundamente dormido y ya no tenía fiebre. Comencé a jugar un poco con su cabello. De verdad que ese nuevo aspecto suyo le iba muy bien.

Noté que lo estaba despertando pues habrió sus ojos ligeramente.

-Lo siento, vuélvete a dormir. Ya estáa mejor así que yo también me voy a la cama- dije sonriendo.

Eren no respondió. Me dirigí a la puerta., ya tenía mi mano sobre la manija de la misma cuando Eren me abrazó por la espalda.

-Espera, no te vayas, quédate conmigo un rato ¿si?

-E... Eren, estás tocando mi pecho ¿sabes?- dije con nerviosismo.

-Lo sé.

Sentí si lengua recorriendo mi cuello y ahora sus dos manos apretujaban mis pechos y algo bultoso me tocaba las nalgas.

-¿Aún tienes fiebre? ¿Por qué haces esto?

-El calor que tengo en el cuerpo no es de fiebre, es de deseo.- susurró a mi oído.

Me llevó cargando a la cama y se puso encima de mí con una cara de excitación para luego besarme desesperadamente.

-Desde hace mucho tiempo que quería hacer esto. Porque... yo... te amo.- dijo al separarse de mis labios.

-Eren yo... siento lo mismo por ti pero nunca lo había dicho.

-¿Qué te parece si nos dejamos llevar sólo por hoy? Por una sola noche.

-¿Te refieres a tener sexo?

-Sí, eso mismo.

-Pues entonces está bien. Hágamoslo.

Eren me desabotonó la blusa, no traía brasier porque minutos antes estaba dormida, comenzó a succionar mis pezones. Le bajé el pantalón y la ropa interior para tocar su virilidad y cada vez que la jalaba se ponía cada vez más y más duro y su tamaño aumentaba. Escuché que dejó salir un gemido lo que me indicó que lo estaba haciendo bien.

Por su lado, me había dejado completamente desnuda y él se descubrió la parte de arriba dejándome ver su abdomen bien formado. Es la primera vez que ambos nos vemos sin ropa.

Eren deslizaba su mano por todo mi sexo de arriba hacia abajo y luego en movimientos circulares y más rápidos.

-Se... siente... bien- dije entre gemidos.

Empezó a lamerme y besarme ahí abajo, no podía con el placer que terminé corriéndome en su cara sin avisar.

-No sabe para nada mal. Ahora te toca a ti.- dijo poniéndose de rodillas sobre la cama.

Coloqué mi rostro en su entrepierna y me la llevé entera a la boca metiéndolo y sacándolo hasta que unos cuantos fluidos suyos se exparsieron dentro de mi boca.

-Tú tampoco sabes para nada mal- dije con una sonrisa pícara.

Seguí por lamerle los testículos, succionándolos y masajeándolos de manera circular. Eren sacaba uno que otro gemido. De la nada se levantó y yo detrás de él, me abrazó por la espalda como hace un rato y empezó a penetrarme desde esa posición mientras me besaba. Sentí cómo entraba y salía de mi interior poniendo cada vez más fuerza.

Alzó una de mis piernas para hacer más fácil su trabajo. Dejamos de besarnos para tomar aire con un hilo de saliva entre nuestras bocas. La respiración de ambos se tornó bastante agitada pero a pesar de eso Ern no dejaba de darme duro.

Nos tiramos en la cara donde inmediatamente abrí mis piernas para él, quien entró sin dudarlo. Eren tomó mi cintura con sus dos manos y yo me movía a su ritmo.

-¡Eren, me voy a...- dije justo cuando iba a llegar al orgasmo.

Eren metió sus dedos dentro de mi boca, eso no me dejó terminar de hablar y él, al mismo tiempo, mordía uno de sus labios pues, igual que yo, se estaba corriendo en mí. Debíamos ser discretos, nadie se debía enterar de lo que estaba pasando entre los dos.

Nos separamos y Eren cayó profundamente dormido. ¿Acaso lo que hicimos estuvo bien? Bueno, aquí lo que importa es que él me ama. Nuestros sentimientos son correspondidos.

Continuará...

Hola! Muchas gracias por leer, espero que continúen con la historia. No olviden darle estrella. 😉

𝘔𝘪 𝘓𝘶𝘻, 𝘛𝘶 𝘖𝘴𝘤𝘶𝘳𝘪𝘥𝘢𝘥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora