El Huésped [✔️]

30

ZAYN FIORE

Definitivamente será complicado contarle lo que sé de su padre. Después de lo ocurrido me ha costado soltárselo como si nada. La estaba mirando mientras hacía el desayuno y yo la admirada desde lejos. Pensaba las palabras exactas para decirlo, no quería que le frustrara la situación, yo me haría cargo de eso.

— ¿Qué piensas? — dijo, sacándome de los pensamientos anteriores.

Le di una sonrisa para disimular que estaba desorientado cuando me sacó de mi trance. Colocó los platos en la mesa y se sentó al frente mia.

— Nada importante — lo pensé mejor y no iba a soltarlo, al menos no por el momento, esperare a que lo que quiero hacer con su padre se haga realidad.

— Tengo clases en una hora. ¿Tú que harás? — preguntó, llevando una cucharada con una buena porción de yogurt.

Me causó ternura ver como el contenido espeso se quedó en su comisura.

— Iré a ver unas cosas al bar. Después iré al otro club — ella me miró con curiosidad. Me di cuenta que había dicho algo que ella no sabía aún. Mordí mi lengua.

— ¿Otro club? — dijo con el ceño fruncido. Relamió sus labios, así quitando el yogurt que se había posado ahí.

Le sonreí sin mostrar los dientes. — Sí, a las afueras.

Tuve la impresión de que se sentía desorientada con la nueva información.

— Luego te contaré todo lo que ha pasado — dije para compensar su duda interna.

Me incline para apoyar mis codos sobre la mesa. La miré con los ojos entre cerrados.

— ¿Por qué me miras así? — preguntó, dándome una sonrisa como de niña pequeña.

— Tengo buena vista, es todo.

Procedí a desayunar para luego volver al caos de vida ajetreada que estaba teniendo estos días. Estar con Allie me facilitaba la vida, me hacía creer que todo iba a ser más sencillo. Era como ese primer rayo de sol que tomas en cuanto te levantas de cama, te llena de energía y sientes que puedes comerte el mundo y todos sus derivados. Sin embargo había una parte de mi que se metía mal, mal por no contarle todo sobre mí, me conocía pero a su vez no.

Volví a la empresa para seguir con el asunto de los empleados. Todos los puestos estaban llenos, estaba yendo de viento en popa. Mi teléfono hizo vibrar la mesa de cristal con una llamada.

— Zayn, ya lo tengo aquí — mencionó con la voz agitada. Deduje que había corrido.

— Bien, estaré allá en cuanto pueda.

Le encargué a Carla buscar al padre de Allison y llevarlo hasta su casa, para así poder hablar con él y ver hasta donde llegamos. Mi plan es darle empleo en la empresa, de lo que sea, pero no quería que siguiera en esa situación deplorable. Antes, tenía que contactar con algún grupo de rehabilitación, para inscribirlo y que progrese de verdad.

Deslice el casco por mi cabeza. Antes de pasar por casa de de Carla tenía cita con un tatuador. Hace tres años que no ponía nada más en mi piel y es que normalmente lo hacía cuando quería tener algo importante plasmado en mi. Me gustaba el concepto de ser un lienzo al cual pudiera llenar de recuerdos más allá de los que están mi cabeza. En mi piel todos podían presenciar y sentir mis recuerdos.