Un público que no entra al escenario

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"Las tardes se marchitan desoladas.

Dame el saludo de cortés desvío,

Y verás cuál resbala por el frío

Ópalo de tus uñas delicadas,

Mi alma como una gota de rocío."

Hortus deliciarum- Leopoldo Lugones

El espectáculo causó el efecto que Iagon esperaba: la pista fue habilitada para realizar funciones en el verano, concretamente en junio y julio. Era un tiempo distante, pero suficiente para invertir y generar las remodelaciones necesarias para recibir al público y mantener la pista funcionando. Yoshio se comprometió con esas fechas y, mientras Alina partía a sus clases nocturnas, él comenzó a quedarse un par de horas más, compensando lo que ella entrenaba de mañana. Ambos querían dominar la técnica y los movimientos necesarios para realizar una secuencia de pasos de buen nivel, con giros, dibujos de figuras en el hielo, saltos de baile, acompañamiento de brazos y manos y equilibrios en un pie en deslizamiento.

Consciente de la importancia que tuvo Yoshio en la organización del cascanueces de año nuevo, Iagon se reunió con él para presentarle el proyecto de verano:

-No podemos usar El cascanueces porque está ambientado específicamente en la Navidad.- comentó Iagon- La opción más sencilla es montar un espectáculo sobre los tesoros tradicionales de Japón: la espada, el espejo y el collar. Es fácil de coreografiar, sencillo de hilar en una historia y muy nacional.

-¿Y cuál es el problema?

-No quiero hacer lo más esperable. Quiero darles lo que ellos no saben que quieren, quiero nutrirlos con algo diferente. Todos son conocedores de la música clásica, y deseo mantener eso.

-Puedes dejar la idea inicial de El Cascanueces, no la fiesta en sí, pero sí algunos números. Piensa en esto: una gran recepción, un número de apertura general, clásico, luego una serie de números como la danza española, china, rusa, alemana tomados del Cascanueces, pero en lugar de ambientarlo en el reino mágico, al finalizar los números individuales develas una escenografía imperial. Entonces, muestras al emperador recibiendo a los visitantes de todo el mundo. Ahí puedes montar la espada, el espejo y el collar ceremonial en su presentación. Y todos finalizan con un vals clásico seguido de una fiesta tradicional.

-Es fascinante. Y se puede aprovechar perfectamente material antiguo para tener tiempo de practicar nuevas coreografías.

-Serías el emperador.

-Gracias, me gustaría que participen más en estas funciones. ¿Te gustaría tomar la danza española?

-Sí, me parece una buena idea. Estamos trabajando mucho para ello.

-Es hora de asignar a los otros personajes.- dijo dirigiéndose a la pista.

De la misma manera en que lo narró Yoshio, así se llevaron a cabo las funciones. Junto a Iagon buscaron varios vinilos de música clásica para escoger los temas apropiados; realizaron la apertura con un movimiento de la sinfonía Nº6 de Beethoven, la Pastoril, para generar un ambiente de recepción agradable y veraniego, luego, un despliegue de danzas internacionales que sumaron, a las típicas del Cascanueces, la danza húngara Nº5 de Brahms y música inglesa de Gillbert y Sullivan, para dar pie al momento del emperador en donde Iagon debía lucirse en un número propio, luego combatir contra los patinadores masculinos delante de la espada sagrada, patinar junto a Maga con el espejo y finalmente ser coronado con la reliquia del collar por Alina, bajo las cortinas musicales del rey Ratón y la princesa Clara de El Cascanueces, pero sin estos personajes. En este momento, todos se unirían en un momento de música tradicional para acabar con el Vals nº 2 de Dmitri Shotakovich.

El hielo de la guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora