El héroe va, el héroe viene

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"Y si el niño llora,

menguará la luna,

para hacerle una cuna"

Hijo de la luna-Mecano

Yoshio Satoru permaneció en su casa en Hangyu hasta finales de agosto, cuando una carta llegó e hizo palidecer su semblante. Alina conocía su rostro de porcelana, pero en ese momento, aunque quería volver a ser fuerte, no estaba teniendo el mismo éxito que antaño. Rápidamente se encerró en su cuarto por alrededor de una hora. Al salir, la llamó y le preguntó, muy seriamente:

-Alina, ¿tú trajiste documentos que acrediten tu identidad?- dijo en tono severo.

-Sí, mi madre siempre nos lo guardaba en los bolsillos por si sucedía alguna eventualidad.

-¿Podrías traerlos?

Ella los buscó y se acercó a Satoru; nunca se había atrevido a entrar en su cuarto, pero advertía que no era momento de cuestionar nada. El general estaba sentado frente a una mesa y le pidió que se acercara, luego le enseñó un papel en el que había estado escribiendo durante ese rato.

-Quiero que escribas tu nombre aquí- y señaló un espacio en blanco, similar a un renglón- exactamente como figura en tu documento, con letras rusas.

Ella se acercó y leyó "Cesión de derechos" en el encabezado. Quiso continuar, pero él velozmente le acercó la pluma y debió garabatear su nombre.

-Firma aquí abajo.- indicó- Solo escribe tu nombre, tal como hiciste arriba.

Así lo hizo y le quitó el papel. Comparó las letras del documento con lo que acababa de escribir, después esperó que la tinta secara y se volvió hacia ella.

-Este documento te da posesión de esta casa en caso de que muera en combate.

Alina abrió los ojos desmesuradamente. No entendía a qué se refería ni por qué se lo decía de esa manera.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Lo tenía Haru-san, le había dejado posesión antes de partir. Ahora, este documento invalida ese testamento y te nombra propietaria. – sin notar que quería hablar, continuó:- Si algo me pasa, esto le habilita a vender a la casa. Con ese dinero podrás volver a la Unión Soviética, solo te recomiendo que esperes a que la guerra acabe.

-Por favor, espere. ¿Qué significa esto? ¿Por qué me lo dice?

-Me llaman de nuevo a combate. Debo enlistarme en una tropa. Partiré a China.- guardó silencio.

Alina completó las palabras faltantes:

-¿Y piensa que no volverá?

Yoshio respiró hondo:

-Es una posibilidad.

-¿Es la misma posibilidad de siempre, las posibilidades de la guerra, las mismas que tenía cuando me dejó la primera vez y se fue? ¿O son más altas?

-Son más altas.- hablaba muy despacio, intentando volver a ser de marfil:- La guerra retrocede para Japón, Alemania está perdiendo y todo es más difícil. Estados Unidos ha ingresado al combate y nuestras tropas se están diezmando.

Ambos respiraban agitados.

-¿Cuánto tiempo lleva en esta guerra?

-Tres años.

-Lo ha esquivado mucho tiempo. Puede regresar con vida ahora.

-En realidad, estadísticamente, mis probabilidades de morir solo están aumentando cuanto más peleo.- intentó incorporarse y ella lo detuvo:

El hielo de la guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora