Epílogo

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Narcissa murió unos días después del nacimiento de Scorpius. Parecía que hubiera hecho lo imposible tan sólo para ver a su nieto. Le dijeron que era lo que quería ver su madre para irse en paz. Recibió una carta de Charlie. Lloro. Pero se dio cuenta que sí, sin importar nada Charlie estaría ahí para él, al. Igual que Luna se había convertido en un amigo cercano y que lo apoyaría sin preguntar.

El funeral de su madre fue agridulce. Por un lado de sus antiguos amigos sólo asistió Blaise, de sus nuevos solo pudo ir Fleur. Y al mismo tiempo ahí estaba Drsco sonriendo mientras presentaba al pequeño Scorpius.
Al menos su madre pudo irse conociendo a su nieto.

- Papá ¡Mira, mira! Salto muy alto

- Ten cuidado, hijo. Todavía no termino de poner las protecciones necesarias.

-Ajam - el niño rubio seguía brincando de un lado al otro.

- Scorpius, baja de ahí. Podrás seguir jugando cuando termine de colocar todo lo necesario.

- No

- Scorpius

- Atrapame si puedes - y el pequeño salió corriendo. Draco salió detrás de él y entre risas lo tomó en brazos.

- Así está mejor

- Ya, ya, ya entendí. ¿Podemos comer ahora?

- Claro

- A veces extraño a mamá ¿Tú la amabas? ¿La extrañas?

- Caro que ame a tu madre. Astoria fue muy importante en mi vida, la extraño tanto, la quise tanto, demasiado. Pero ella seguirá viva en nuestros corazones, en nuestras memorias.

Amores de una vida: amores distintosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora