Capítulo 63

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Noa

- ¿Cómo estás? – Lui acaricia mi pelo, estamos en el sofá sentados por qué apenas estamos durmiendo buscando a las chicas y estamos descansando un poco

- Estoy – susurro – solo necesito encontrarla

- Lo haremos

- Sí, pero no sé si quiero saber cómo las vamos a encontrar. Mía es mi amiga desde que íbamos al colegio, es mi compañera de bipolaridad - me río - es la loca pelirroja y no quiero estar sin ella

Me acurruco a su lado y me da caricias hasta que escuchamos la puerta de la entrada abrirse de golpe

- Mía me ha llamado – grita Edwin y nos ponemos de pie, Lui se queda abajo y yo subo con el alemán al despacho para rastrear el teléfono - rastréala Noa – me grita nuevamente después de intentarlo varias veces

- Eso estoy intentando Edwin

- Pues hazlo más rápido

- No puedo – lo miro a los ojos – lo siento joder pero no puedo me lleva a señales fuera de la tierra, ese teléfono está muy bien protegido

- Hijo de puta – le mete un puñetazo a la pared hasta que se hace un agujero - Scheiße, das kann nicht sein, dass mir das passiert (Joder, esto no me puede estar pasando)

Su teléfono vuelve a sonar y mira la llamada extrañado para después contestar, no sé con quién habla pero se ve desconfiado, sale del despacho después de mandarle un mensaje a alguien

Intento seguir descifrando la llamada pero no encuentro la forma. La puerta del despacho se abre y aparece Dani que se sienta en la silla con las manos en la cabeza

- ¿Sabes algo ya? – pregunta pero niego con la cabeza

- Las encontraremos

- ¿Por qué parece que no estás afectada?

- Por qué si lloro no voy a parar nunca así qué prefiero ser una piedra insensible hasta que la encontremos

Él asiente y se queda allí sentado mirando a su alrededor el despacho, entrecierro los ojos mirándolo y alzo una ceja cuándo me mira

- ¿Qué haces aquí?

- ¿No puedo estar aquí? – responde en una pregunta

- Responde

- Responde tu a mi pregunta

- Daniel

- Noa

Me quedo mirándolo a los ojos fijamente y después me pongo de pie y él también lo hace

- Dime que es mentira lo qué estoy pensando

- No tengo poderes, no sé lo qué piensas

- Daniel te lo preguntaré una última vez ¿Qué haces aquí?

Se queda mirándome y después bufa pasando la mano por la nuca

- Distraerte

- ¿Distraerme de qué?

- Para qué no salgas

- ¿A dónde?

- Al rescate – responde y abro los ojos – las han encontrado

Paso por su lado cerrando la puerta de un portazo y escucho gritos provenientes de la habitación de Leila. Camino hacia allí pero doy un paso hacia atrás esquivando la puerta cuándo cae después de qué la han tirado desde dentro

- Nos han dejado en casa – gruño

- Me encerró en el baño, he tenido que tirar dos puertas – responde enfadada

Bajamos las escaleras y en la entrada hay 20 hombres por dentro y David en la entrada delante de ellos

- Qué sepas querida que yo era el del despacho ¿Qué tal hago de mi hermano?

- ¿Dónde están?

- En Galicia – responde burlón

- Vete a la mierda ¿vale? – Leila se acerca a él y le pone un cuchillo en el cuello – salid todos de la puerta – gruñe – obedeced

- Lui ha dado la orden de qué no os dejáramos pasar, ellos os quieren a vosotras no vais a ir al sitio dónde están

Nos miramos entre nosotras y caminamos hacia la habitación qué era de Mía y Edwin, asiento y Leila le mete un tiro a la cristalera a la vez qué le doy con un hierro que había del armario

Corremos hasta subirnos a las motos pero antes de qué eso pase nos cogen por detrás y nos ponen un trapo en la boca.

Cuándo despierte se van a enterar los hijos de puta esos 

Mareas Peligrosas [#2 Bilogía Peligrosas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora