Mareas Peligrosas [#2 Bilogía Peligrosas]

Capítulo 75

Lui

Sujeto el pelo de Noa en el baño mientras vomita, cuándo termina se lava los dientes mientras la espero apoyado en la pared

- Te lo preguntaré una última vez ¿quieres que me encargue yo por lo de las nauseas?

- No italianito estaré bien – me acaricia la barbilla y después pasa por mi lado en camino al sótano

Bufo por qué sé que no va a valer de nada qué le diga que no así qué la dejo qué haga ella lo qué quiera.

- Cibrán – saludamos al entrar y nos mira

- ¿Qué te crees que haces? Suéltame niña

- No hables que me molestas

Me quedo apoyado en una pared esperando a ver si me necesita para algo

- Seré clara y rápida, cosechas lo qué siembras – dice – tendrás lo qué me diste padre

Se acerca a una mesa y coge un látigo, después me mira y me dice que le saque la camisa a su padre cosa que hago después de pegarle un puñetazo

- Lui – me regaña mi chica

- Es qué sino me aburro – se ríe y rueda los ojos

Pasa el látigo por el pecho de su padre como una caricia sin decir nada escuchándolo a él decirle que no lo haga

1, 2, 3, 4, 5...50

- ¿Duele verdad? Imagínate lo qué sentía yo día tras día ¿Lo sientes? ¿Sientes la carne abriéndose eso es lo que sentía yo hijo de puta y aún así no dejabas de golpearme

- Por favor, yo lo hice por tu bien, tenía que educarte

- No se educa a los golpes mal nacido – le da un latigazo en la cara haciendo que empiece a salir sangre de esta

10º día de tortura

... 495, 496, 497, 498, 499, 500

- Por favor, por favor, ya no puedo más

- No te he permitido hablar – gruñe mi chica

Lleva 10 días dándole 50 latigazos diarios y el otro día me dejó jugar a mí por lo qué mi suegro está sin uñas.

- Solo quería criarte – dice – yo...yo no soy tu padre

- ¿Qué? – pregunta ella desconcertada

- No soy tu padre – susurra sin fuerzas

- ¿Cómo qué no eres mi padre?

- No lo soy – tose sangre – desde que eras pequeña tuve que recordarme que eras una niña y que eras mi hijastra

- Eres un ser asqueroso – gruñe mi mujer

- Siempre has sido preciosa – vuelve a toser – tu padre...

Cibrán se desmaya y Noa empieza a darle golpes para que despierte pero no lo hace, le miro el pulso y está muerto

- ¡No! – grita soltándolo y poniéndolo en el suelo para intentar reanimarlo - ¡Despierta! – grita mientras sigue reanimándolo aunque ya está muerto - ¿¡Quien es mi padre!?

- Amor está muerto

La cojo por la cintura levantándola del suelo y abrazándola a mí sin importar que me manche con la sangre, cuándo la pongo de pie se suelta y empieza a caminar hacia fuera después de empujarme para qué no me metiera en su camino.

Camino detrás de ella y veo que se sube a la moto, me subo a la mía y la sigo hasta el club. Aparta a la gente que se encuentra en su camino mientras grita por su madre que no tarda en aparecer

- ¿Quién es mi padre y por qué nunca me dijiste que Cibrán no lo era? – le grita y su madre abre los ojos sorprendida

Abrazo a Noa por detrás y le susurro al oído para que solo ella me pueda escuchar

- Piensa en el bebé – suspira empezando a relajarse – no te alteres, no es bueno para él

- Responde madre

- Tu padre era un buen hombre que se metió en el camino de Cibrán – dice mi suegra – murió atropellado y no se sabe quien fue el conductor pero Cibrán me dijo que había sido él un día en medio de una golpiza

Noa asiente y abraza a su madre y después de susurrarle algo me mira a los ojos sin decir nada, se acerca a mí y coge mi mano poniéndola en su vientre

- No permitiré que nadie le haga daño a mi hijo, va a tener una infancia feliz y cuándo llegue su momento se hará cargo de la mierda de la mafia pero seguiremos cuidando de él como siempre

- Jamás permitiré que le toquen un pelo