Capítulo 35

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MELANIE

Escucho la puerta y me giro hacia ella, estoy sentada en la cama y cuando veo a Mía sonrío por qué sé que me viene a ayudar a vestirme

- Buenos días preciosa ¿Cómo te encuentras?

- Me duele un poco, cuándo desayune me tomo la pastilla para no tomarla con el estómago vacío

Ella asiente y me ayuda a asearme y a ponerme la ropa. Salimos de la habitación pero un hombre nos para y le entrega una carpeta a Mía que ella empieza a leer

- ¿Es todo? - el hombre asiente - buen trabajo ¿mandó todo a la central de policías?

- Si señorita

- Genial - sonríe de lado y cuándo me mira alzo una ceja

- Acabo de denunciar a mi padre anónimamente para que pierda esa fama de buen empresario y tenga que pagar una multa

Sonríe y bajamos pero ella va a la habitación a dejar la carpeta y yo voy yendo a la cocina pero un brazo en mi cintura me detiene y me gira y lo veo después de días

- ¿Dónde estabas? Me has dejado sola una semana - le pego en el hombro

- Buscando quien había sido el idiota que te había hecho eso - gruñe

- ¿Lo encontraste? - susurro

- Sí, ya me encargué de él

- ¿Entonces ya te quedas conmigo?

Él asiente y me acaricia la mejilla en dónde tengo aún un corte pequeño del accidente, me abrazo a él con cuidado y me da un beso en la frente.

- Vamos a alimentarte preciosa

Me lleva de la mano a dónde están todos comiendo y Lui le dice que se siente con nosotros, Fran me ayuda a cortar la comida

- Tenemos una noticia que daros - dice Edwin haciéndose notar y saca su móvil poniendo una grabación de unos latidos y me llevo la mano a la boca de la emoción - Os presento a la princesita de la casa - nos pasa una foto de una ecografía a cada uno y me quedo embelesada mirándola

- Una niña - dice Lui - tenemos que armarnos más para estar preparados

- Yo me encargo de los cuchillos que Lui compre más armas y tu decide cuántos guardaespaldas le pondremos yo creo que sobre 50 o quizá más – se queda pensando Dante y nosotros nos reímos – mejor 100 ¿No? – le pregunta a su hermano y él asiente para después apuntar en el móvil

- Ya he apuntado un pedido de 200 armas con munición para comprarlo cuando sea necesario

- Estáis locos – dice Mía y todos nos reímos

Los chicos se ríen abrazando a Edwin y nosotras nos acercamos a Mía y después al revés, estoy muy feliz por ellos y estoy segura de que serán unos grandes padres

***

Me acaricia el pelo mientras estamos acostados en el sofá de mi habitación, estoy en medio de sus piernas y él juega con los mechones de mi pelo

- ¿Ya podemos tener algo?

- Mira lo que pasó la última vez - susurra y ruedo los ojos - estás con un brazo roto por qué solo venía pensando en besarte

- No me alejes de ti - me siento a horcajadas encima de él y pongo una mano en su mejilla - contigo me siento protegida, no me dejes, yo sé que contigo estoy segura y lo del otro día no fue tu culpa - junto nuestras frentes - por favor

Nos quedamos mirándonos a los ojos y él asiente mientras con su mano en mi nuca nos besamos y suspiro aliviada por volver a sentir su boca junto a la mía

- Te protegeré con mi vida - susurra

- Lo sé, siempre lo has hecho - susurro de vuelta encima de sus labios

Volvemos a besarnos y después me quedo apoyada en él en silencio solo escuchando nuestras respiraciones.

***

Lo miro a través de la cristalera del salón mientras se supone que estoy viendo la televisión pero cuando lo vi todo vestido de chico malo con las pistolas y hablando con otros hombres no pude evitar mirarlo.

Dejo de hacerlo antes de que se me caiga la baba y voy a la cocina a por un vaso de agua, cuando salgo de nuevo al salón me encuentro con el guardaespaldas que me llevó el día del accidente

- ¿Qué tal se encuentra señorita?

- Mejor gracias

Se acerca a mí y por la mirada que me echa me incomoda, me coge la cara mirándome la herida y doy un paso hacia atrás

- Bueno me voy a descansar

- ¿Quiere que la acompañe?

- No gracias - sonrío educadamente pero incomoda

- ¿Segura?

- Aléjate de ella

Escucho que dicen en la puerta y me siento segura otra vez, no sé en dónde se metió mi valentía estos días pero desde el accidente no me siento segura si no está cerca de mí

Camina hacia mí y me rodea por la cintura protectoramente y con posesión sin dejar de mirar al hombre que me estaba incomodando

- ¿Qué te pasa Fran? Solo estaba ofreciéndole mi ayuda

- Conozco tus intenciones hijo de puta aléjate de ella

- ¿Es tuya? - me mira

- No soy un objeto - lo miro mal pero Fran me acerca a él y me da un apretón en la cintura en dónde está su mano

- Es mía así que aléjate

- Vale vale - levanta las manos en señal de rendición y se va de nuestro campo de visión

Me giro para mirarlo y me acaricia la mejilla para después darme un beso tierno pero demandante

- Si se te acerca otra vez me lo dices ¿está claro? cualquiera de ellos

- ¿Qué pasa?

- No te preocupes preciosa ¿Quieres comer?

- Sí - sonrío y le doy un pico - ¿me cocinarás?

Asiente y nos vamos sonriendo a la cocina en dónde estamos solos por qué las parejas se han ido al club 

Mareas Peligrosas [#2 Bilogía Peligrosas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora