Seduciendo a Miss Featherington (fanfic)

Capítulo 1

¡Hola! Antes de dar rienda suelta al primer capítulo, quisiera agradecer a todos los que se tomaron unos minutos de su tiempo en leer el prólogo.
Es la primera vez que publico, y es probable que cometa algunos errores por lo que les pido paciencia. Con gusto aceptaré todas las críticas que crean necesarias, porque sirven para seguir creciendo como creadora de contenido.
En fin, espero que les guste el capítulo, y si tienen ganas, comenten.

Saludos!!

"El inicio de una nueva temporada aflora por el horizonte de nuestras vidas una vez más, querido lector, con la promesa de un nuevo y fulgente sol que ilumine nuestros opacos días.
¿O, acaso, debía haber dicho diamante? Porque es de conocimiento público que a estas horas se estará llevando a cabo en el Palacio de Buckhinham, como ya es costumbre, la presentación oficial de las dulces debutantes que inician su enrevesado camino hacia el altar. Precedido, por supuesto, como no podia ser de otra forma, por nuestra honorable Majestad, la Reina. A quién le debemos la prestigiosa labor de encontrar entre tanto abundante carbón nuestro bellísimo y preciado metal para enriquecer la temporada.
Tal anodina tarea es, sin dudas, la que marcará el ritmo de intensidad de los días venideros. Ya que no solo las inocentes jovencitas de este año esperan ansiosas ver cumplido sus sueño de convertirse ellas en el diamante de la Corona, sino que se podría decir, más de un caballero también presencia con ojos expectante este acontecimiento para darse con el valor que tal metal podría otorgar a sus amplias adquisiciones. ¿Difícil tarea? Sin duda, pero esta autora garantiza que la Reina estará a la altura de semejante decisión. Porque, después de todo,  ¿Un diamante no tiene otro valor más que ser bello y delicado para poder lucirse con el? ¿O, no?   
Un gran ejemplo ha dado a más de un caballero el vizconde Bridgerton al respecto, cuando decidió el año pasado elegir a la reciente nombrada Diamante de la temporada, la señorita Edwina Sharma, como su futura vizcondesa. Pero, para aquél lector que recién está dando sus primeros pasos en nuestra excéntrica Londres, y desconoce la resolución de dicho cortejo, debo decir simplemente, que hay casos especiales donde la piedra brillante deja relucir su más dura faceta; en el caso de esta señorita, dejando plantado al mismísimo vizconde en el altar.
No desesperen sin embargo, damas y caballeros, no todo son malas noticias. Ya que después de todo, el verdadero triunfante de la temporada – el amor - desplegó sus intricados hilos a favor de todos los involucrados, dándonos a una nueva vizcondesa, y el goce de otra temporada en presencia de la adorable señorita Sharma, a la cual la mismísima Majestad tiene en muy buena estima.
En vista que estas dos familias – las Sharma y los Bridgerton-  supieron mantener el vilo a todo Londres el pasado año, esta autora espera sino con cierta expectación, al menos con interés,  las nuevas peripecias en que ambas familias se verán involucrados con la reciente llegada del Vizconde y su Vizcondesa- la antes conocida como la señorita, Kethani Sharma – de su apasionante viaje de seis meses por su luna de miel. La feliz pareja deberá dar un baile formal esta temporada, y sería poco juicioso de mi parte no decir, que será un evento con mucha concurrencia.
Por otro lado, mis queridos lectores y ya que hablamos de eventos memorables, habrá que referirnos, remontándonos una vez más a la temporada pasada, al último baile que fue otorgado por los Featherington. Un baile que sin duds, todo Londres tendrá en su memoria por un largo tiempo más. Pero a diferencia de otros, éste no perdurará en el recuerdo por su opulencia. No mis queridos lectores, este baile será recordado por todos, gracias a Lord Featherington y la monumental estafa que llevo a cabo para con varios miembros de la alta sociedad.
Resulta que, en ese momento, el recién nombrado Lord Featherington – el antiguo caballero portador de dicho título murió de forma precipitada en las heladas aguas del Támesis- pasó varios meses haciendo alarde de las invaluables minas de rubíes que había hallado en las Américas, y que, según él, estaba a punto de explotar. Tal trabajo requería del apoyo de varios inversionistas para llevarla a cabo como dejo entrever repetidas veces el barón. Fuese como fuese, Lord Featherington no tuvo dificultad en encontrar con su galante labia, ávidos, o, ¿sería más prudente decir crédulos?, caballeros de nuestra respetable sociedad para su ardid maquinación.
Por lo que, antes siquiera que la fiesta en casa de los Featherington terminase, el ingenioso timador desapareció en las sombras de la noche con sus arcas llenas de dinero, dejando una encolerizada cantidad de personas a sus espaldas. Deberíamos incluir entre este grupo a la desdichada viuda Lady Featherington, y sus tres hijas, Phillipa Finch, -quien para su suerte contrajo nupcias a principios de Abril de ese mismo año con Sr. Finch-, Prudence Featherington – a quién se la encontró en una íntima situación con su primo, Lord Featherington, y al cuál pretendía desposar- , y Penélope Featherington, la menor de las hermanas y a la que con más facilidad es probable pasar por alto pues, la insulsa señorita tiene tanto de interesante como su familia de discreta. Como algunas afiladas mentes recordarán, esta no es la primera vez en que Lady Featherington se enfrenta a un escándalo de tales magnitudes, esta autora solo espera que por el bien de su ya minada reputación, las damas de esta familia mantengan un bajo perfil esta temporada…¨´