Capítulo 4

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“Creo que estarán de acuerdo conmigo, queridos lectores, que el ser humano es una criatura en esencia compleja. Sus actos, aunque medidos y perfeccionados a lo largo de las eras a fin de aparentar sofisticación por encima del resto de las especies, sigue siendo, en el fondo, movido por algo tan insondable, como lo son los sentimientos.

Que dicha que tenemos de disfrutar de ellos. De sentir el corazón alborotado por una mirada, o el sonrosar de las mejillas de un travieso piropo. A esta autora, que se regocija escribiendo sobre el delicado juego del cortejo, las emociones son por supuesto, un dulce exquisito. Sin embargo, hay un sentimiento en particular que le causa deleite experimentar, balanceándose como el péndulo de un reloj entre el júbilo y la congoja. ¿Es qué, no hay mejor forma de sentirse vivo, con el corazón acelerado, qué cuándo algo nos sorprende? ¡Y vaya que hubo sorpresas ayer por la tarde! La presentación en sociedad de todas esas dulces jovencitas que inundarán inminentemente nuestros salones de baile, y las acaloradas tardes, con su frescura, estuvo cargada de magníficas noticias.

Para las pocas distraídas casamenteras a las que aún no le llegó el rumor, solo debo decir que están todas de dicha: pues el distinguido sobrino de su Majestad ha decidido honrarnos con su deslumbrante presencia una vez más. El encantador príncipe parece decidido a encontrar entre nuestra inextricable sociedad, una nueva esposa; o, al menos así, lo pretende su Majestad.

Lamentablemente para el caballero, y el resto de los galbaneros dandis, la Reina no se lo ha puesto sencillo este año, pues ella misma ha declarado, en un brillante acto de raciocinio, que no elegiría un diamante esta temporada. A esta autora no le queda otra cosa que decir, que no sea: ¡Bravo, su Majestad! Sin embargo, mi querida lectora, ahórrese los suspiros de momento, porque mi osadía me permite intuir no sin buenos motivos, que la Reina ya tiene en mente la candidata perfecta para celebrar por fin una espectacular boda real. ¿Será que el príncipe podrá llevar a la dama en cuestión al altar, o se le escapará a un paso de la iglesia cómo ya ha ocurrido?

Ahora bien, como usted ya sabe estimado lector, los pequeños detalles son vitales, y si hay una actitud por la que esta autora se caracterice, es pecar de minuciosa. Por ello, no podría dejar pasar el ligero revuelo que ha causado la presencia de un misterioso y agraciado militar, que acompañó durante la presentación de las debutantes al príncipe Friederich, y a la mismísima Reina  junto con toda su habitual procesión. Este caballero, quien ya ha conseguido hacerse con más de una dama interesada, desapareció para el almuerzo que se llevó a posteriori en los espléndidos jardines reales. ¿Será que esta intrigante figura se convertirá en un nuevo candidato – presa – para las atentas damas de Londres? O, ¿su aparición se limitó a ese fugaz momento?

Por otra parte, debo hacer mención especial a la señorita Francesca Bridgerton, a quién la Reina felicito por su presentación. En efecto, la señorita a sabido dar a las demás debutantes una clase de maravillosa sencillez que no ha dejado indiferente a ninguno de los presentes. Demostrando que ni la prestigiosa altanería, o el sobrecargado vestuario son necesario para destacar. 

La jovencita Bridgerton, es la quinta hija del fallecido octavo vizconde. La precede el actual -y recientemente casado-  vizconde Lord Bridgerton, seguido por el soltero señor Benedict Bridgerton; conocido por su pasión a las actividades artísticas, su apabullante galantería y sus exquisitos modales, el hombre tiene fama de ser tan asentado como el trazo de un principiante pincel sobre un lienzo en cuanto a sentimientos se refiere pues, hasta el momento, ha sabido escapar de los bocetos del matrimonio. Continua en esta extensa familia, el señor Colin Bridgerton ; que no los confunda su posición de tercer hijo, porque el joven Bridgerton tiene los bolsillos tan llenos como algunos respetables barones y, aunque tiene un deslumbrante encanto, y una desenvuelta labia, este hermano tiende a ser muy escurridizo, pues posee la mala costumbre de estar constantemente viajando, lo que lo lleva ausentarse por largos períodos de tiempo de nuestra grisácea Inglaterra. Al cautivador viajero, le sigue  la actual Duquesa de Hasting (Daphne Bridgerton) – diamante de la temporada en su debut, tuvo un breve coqueteo con el Principe Friederich. No obstante, el amor con el enigmático Duque de Hasting fue más poderoso y contrajeron nupcias ese mismo año en una apresurada boda, dando lugar a muchas especulaciones, pero que resultó ser más próspera a otras uniones de extensos cortejos. Por último, tenemos a la señorita Eloise Bridgerton quién estará participando por segundo año consecutivo en nuestros distinguidos círculos…”
Attentamente:
LADY WHISTLEDOWN
ECOS DE SOCIEDAD

Seduciendo a Miss Featherington (fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora