Piénsalo un poco

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Hay quienes dicen que para un padre, no hay cosa más difícil que ver a su hijo sufrir, y evidentemente la situación es peor cuando sabes que ese dolor no pasará nunca, sin importar lo que hagas o el dinero que tengas.

Algunos pocos años habían pasado desde el día en que la vida de Kazemaru dió un giro de 360 grados, marcando claramente lo que significaba "Un antes y un después", más eso no significó que él se debilitara o mucho menos tomara decisiones equivocadas que lo alejaran de sus objetivos, por el contrario, al tener el constante apoyo de las personas más importantes para él, logró sobreponerse a aquel episodio traumático.

Pero como bien dicen por ahí, cuando saltas un barril, parece que otro viene hacia ti, y eso era exactamente lo que él peliazul estaba sintiendo, pues sentado en la silla del consultorio pediátrico, escuchaba anonadado el diagnóstico del doctor que atendía a su pequeño.

Taiyou, a raíz de las complicaciones del parto, desarrolló una afección pulmonar que literalmente lo condenaba a una vida llena de medicamentos y chequeos constantes para garantizarle calidad de vida lo suficientemente normal.

La noticia fue arrolladora en toda la extensión de la palabra, simplemente no entendía porqué su pequeño de tan solo tres años tendría que cargar con eso por el resto de sus días, y se reprochaba a sí mismo el no haberse dado cuenta antes de los síntomas, quizá así hubiera podido prevenir la desgracia.

Con el pasar del tiempo su carrera como deportista había crecido a pasos agigantados, lo que a su vez representó un enorme incremento económico en su salario, pero también le restó tiempo libre, siendo ese el factor que desató la sensación de culpa en el peliazul.

Sentado en la isla de su cocina, le contaba toda su tragedia a otro de sus grande amigos mientras lo veía preparar un par de jugos cuya receta vio en un reel de Instagram, aunque el resultado pareciera ser muy diferente de lo que la foto publicitaria prometía.

- Ya veo... ¿Y ya se lo dijiste a Taiyou? ¿Cómo se tomó la noticia?

- Fubuki, él apenas tiene tres años, ni siquiera entienda la gravedad del asunto... Simplemente entendió que no podrá jugar fútbol conmigo - Respondió pegando su frente contra la superficie - ¿Qué haré? Cuidarlo será más difícil... Si de por sí ya es una odisea llevarlo conmigo a todos los entrenamientos porque no quiero dejarlo solo o con una niñera desconocida...

- Kazemaru, quizá debas tomarlo con un poco más de tranquilidad - Pidió con suavidad el albino - No digo que el asunto no sea importante, pero sé que podrás sobrellevarlo de alguna manera.

- No lo sé Fubuki, es complicado... Hay días en que despierto y aún pienso en lo diferente que hubieran sido las cosas si ella aún estuviera aquí... - Comentó suspirando - No es que me queje, pero ser padre es mil veces más difícil de lo que pensé.

- O-oye... No es que lo sugiera, pero... ¿No has pensado en rehacer tu vida?

- Siendo sincero, no... Y no precisamente porque me apegue a un bello recuerdo, es mas bien... ¿No haber encontrado a alguien interesante? - Respondió desviando la mirada con abatimiento.

- ... - Un bufido en son de risa se escapó de los labios del príncipe de las nieves, atrayendo la atención de su amigo nuevamente - Perdona pero creo que no es el caso... ¿Recuerdas que en secundaria tuviste una etapa en la que pensabas que eras homosexual?

- ¿A qué viene eso? - Preguntó confundido - Te recuerdo que me casé con una mujer e incluso tuve un hijo con ella, ya lo dijiste, fue una etapa.

- No digo que lo seas, pero quizá ella solamente fue una excepción a la regla... Porque en estos últimos años, pretendientes no te han faltado, y eso lo sabes mejor que nadie... Y para que las consideres a todas "poco interesantes"...

Pequeña MandarinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora