Idalid no quería conflictuarse mucho con la actitud o lo que había sucedido con Stephen porque, sabía que el llegar tarde por él sería algo que él dejaría pasar sin mucho problema. Ya que, parecía importarle más su relación con Liam y es que ella no sabía en realidad que pasaba con Liam, solo se sentía bien con lo que estaban comenzando a crear y con la forma en como se había sentido al estar con él, aunque de forma honesta no le hacía sentir tanto como lo que sintió en cada beso y acercamiento de Stephen.
No era que quisiera comparar, pero solo se trataba de pensar a profundidad en lo que sentía con cada uno y ya que si lo sentía su corazón era algo real y honesto. Y eso solo lo sentía con esa intensidad al estar con Stephen, pero debía ser consciente de que él estaba con Morgan y ya que él había tomado la decisión de estar con ella, entonces Idalid trataría de crear un vinculo igual de especial con Liam y en caso de no funcionar, solo se quedaría con lo bueno y con la amistad que pudiera formarse entre ellos.
Al igual que Idalid, Stephen también comenzaba a pensar a consciencia sobre la idea de expresar sus sentimientos y tomarlos con la seriedad que se debía, era claro que quería que Idalid regresará a LA y también tenía claro que la quería a su lado. Sabía que el momento de tomar una decisión había llegado porque no se había sentido nada bien al verla con alguien más. En su mente se repetía constantemente la frase "No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes" y eso era porque cuando la vio con Liam, recordó los momentos en los que se besaron y tuvieron sexo, deseando ser él la persona que estuviera con ella.
Algo que no le había contado a Idalid era que, las cosas con Morgan no estaban fluyendo de la mejor forma, haciéndolo pensar en la posibilidad de hablar con ella para terminar la relación. Él conocía la razón por la cual no había funcionado en su totalidad y era porque no conocía a Morgan y ella no lo conocía tampoco, habían sido impulsivos en empezar la relación e irse a vivir juntos.
Pues, existían ocasiones en las que parecía que no conectaban o que no se sentían tan cómodos de estar ellos solos en casa, pasaban días sin verse y parecían no extrañarse tampoco. Por esa razón, pensaba que alejarse unos días y poder ver a Idalid, ayudaría para poder regresar y hablar con Morgan para finalizar una relación que solo servía para dar buena imagen al público.
Al día siguiente por la mañana, Idalid se levantó temprano de su cama para preparar un café y el desayuno, pensando en disfrutar el día con Stephen. Cuando entro a la cocina se encontró con Stephen sosteniendo una taza de café, mientras buscaba algo en los cajones y estantes.
Idalid – Buen día, ¿Qué tal dormiste? Preguntó al acercarse a él.
Stephen – Mejor de lo que esperaba, pensé que iba a costarme, pero dormí muy bien. ¿Tú? Preguntó mientras le daba su taza de café.
Idalid – Yo también dormí bien, oye quería disculparme por llegar tan tarde el día de ayer. No pensé que fuera a tardar tanto con Liam. Dijo antes de dar un sorbo al café
Stephen – No te preocupes, yo entiendo eso y como ya te lo dije ayer. Voy a cobrarme ese retraso.
Idalid – Está bien, pero después de desayunar.
Al terminar esa corta conversación, ambos comenzaron a preparar el desayuno mientras planeaban el plan de ese día. Pues, los dos tenían pensado disfrutar de los días juntos y de estar de nuevo tan cerca.
Los dos se prepararon después de desayunar para salir a caminar y conocer algunos lugares, mientras caminaban y hablaban sobre los cambios que habían sucedido en LA, en el tiempo en el que Idalid había estado fuera, que ya eran casi dos meses. Hablaban sobre lo rápido que había avanzado el tiempo y sobre la falta que Idalid hacía al grupo de amigos.
Mientras caminaban y hablaban, los dos voltearon a ver una cafetería cercana, conectaron sus miradas dando por hecho que debían entrar a ese lugar. Porque era algo que acostumbraban a hacer, cuando salían juntos les gustaba conocer lugares pequeños para poder comer o tomar algo, decidieron entrar, tomar un café y poder comer algo también.
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Los dos se sentaron en un rincón de la cafetería, compartiendo sus bebidas y sus postres, un hábito muy común en ellos. Compartir siempre su comida y bebidas cuando salían, pues preferían pedir diferentes cosas para poder probar de todo un poco y decidir que les gustaba y que no les gustaba tanto.
Idalid – Entonces en poco menos de cuatro meses será el campeonato ¿Estás seguro de poder llegar y ganar con el equipo? Preguntó en tono burlón
Stephen – Estoy más que seguro, así que debes estar preparada para estar en la primera fila. El asiento para ti estará apartado.
Idalid – No sé si pueda asistir, pero te prometo que estaré pendiente al juego.
Stephen – No puedes faltar a ese, todos son importantes, pero ese es definitivo. El asiento es para ti, debes de hacerte responsable por eso.
Idalid – Bueno, revisaré mi agenda. No te prometo nada. Dijo fingiendo estar muy ocupada.
Stephen – Deberás respetar esos días y asistir. Es algo que me debes por no asistir a los que han pasado y por hacerme esperar tanto tiempo en el aeropuerto. Dijo fingiendo estar molesto
Idalid – Sabia que no lo ibas a dejar pasar tan fácil, trataré de estar ese día. Dijo al sostener el brazo de Stephen.
Stephen – No lo dejaré pasar tan fácil, tienes que estar en ese lugar y celebrar conmigo ese día y los que pasen. Dijo al acercarla a él y abrazarla con firmeza
Idalid – Está bien, iré. Dijo al responder al abrazo de Stephen
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