El consorte de su majestad [SakuAtsu - Haikyuu!!]

Dagas y alcohol

Anotaciones del autor: Antes de iniciar. Me di cuenta que el capítulo pasado hice un cambio de tiempo verbal en la narración completa del capítulo, suelo cometer errores pero esta si fue una súper metida de pata (como decimos en México). 

Pido atentamente una disculpa, sin embargo me encuentro en una gran disyuntiva pues si lo edito para corregirlo terminaré por eliminar los comentarios que hay en los párrafos, eso no es de dioses, y si no lo hago pues ese capítulo será una basura en mi ojo que me va a estar molestando. 

Por ende, he decidido vivir con esa basura en mi ojo. Sepan perdonar. Gracias por leer. Disfruten el capítulo.

St. Yukiona

...

Aunque sus oídos escucharon la orden, su cerebro no proceso del todo lo que implicaba aquella orden, ser llevado al calabozo. ¿A él? A un príncipe. Sin embargo, cuando reaccionó era arrastrado por los guardias que custodiaban la fiesta de té de la Dama Minami. El moreno no dudó en responder forcejeando, luchando para ser soltado. Había sido un error el haber ido con el príncipe, habría sido mejor ser capturado por la muchedumbre de la posada, o incluso, nunca haber salido de la torre de Ushijima.

Sus ojos desesperados buscaron la ayuda de alguien, sin embargo, las pocas caras que creyó conocidas preferían bajar la mirada, a lo lejos escuchó a Lev gritar y también a su hermana, seguramente los estaban reteniendo, aunque si iban a ayudarle seguramente terminarían siendo arrestados como estaba ocurriendo como él. Se aferró a los brazos de los guardias haciendo uso de todo su peso corporal pero todo intento fue inútil.

Las demás damas y concubinas que se encontraban en el jardín solo observaron en silencio cómo el hombre que había sido llevado por Lord Kita, y que según decían los rumores, era el favorito del príncipe negro, estaba siendo arrastrado hacia el palacio principal. 

Un guardia se había adelantado a informar a la base de seguridad que había en el palacio del harem y prepararon una carreta donde transportarían al pobre diablo que había hecho enojar a la Dama Minami, la favorita del rey, y del hijo mayor del soberano. 

Kiyoomi fue reducido por tres de los caballeros, amordazado y amarrado de pies y manos como si se tratara de un animal cualquiera cuando golpeó con la cabeza a uno de los sujetos e intentó correr, los que estaban observando todo de lejos sentían auténtica pena por el muchacho, pues si fuese el hijo de algún noble o su familia hubiera tenido algo de influencia, su salida hubiese sido más digna, menos violenta. 

Mientras tanto, Lev apenas pudo soltarse de los guardias corrió sin dudar hacia el palacio del harem. Semi se dio cuenta al igual que Xiang, intercambiaron miradas porque tuvieron la misma idea, era obvio que Lev iría directamente a informar al príncipe negro, si Atsumu se enteraba lo más probable es que el estatus de Kiyoomi se vera favorecido, a pesar de que la persona quien había dado la orden fue la propia Dama Minami, la señora del palacio, el lugar de ambos amantes del príncipe se iba a ver afectado, después de todo, Atsumu no había accedido a ver a ninguno de los dos desde que había regresado de su campaña al Centro y en cambio al recién llegado le había enviado toda clase de regalos junto con aquella visita que le había hecho. Sin contar el hecho de que le concedió una habitación compartida con dos nobles y no en las habitaciones comunales. 

El favorito del príncipe, Semi, se disculpó con la Dama Minami y se retiró educadamente aunque enseguida llamó a uno de sus acompañantes. 

—No permitas que el mensajero de Lev salga del palacio —ordenó fríamente el de cabello cenizo y ojos astutos viendo desde la ventana los remanentes del alboroto.