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Se escucharon dos disparos más, Tae los esperaba dentro del vehículo, listo para arrancar, Jin se subió en el asiento del copiloto y Jungkook atrás con Jimin entre sus brazos, Tae condujo como un verdadero piloto y escapó con gran velocidad.

Cuando lograron calmar sus corazones Jungkook intentó despertar a Jimin, le ofreció un poco de agua, que bebió con desesperación, cuando estuvo un poco con conciencia se abrazó a Jungkook y lloró amargamente, hasta desmayarse nuevamente.

-Necesitamos ir al hospital.

-No podemos hacerlo hasta estar en Seúl, háblale a Nam, él nos dirá qué hacer.

Estando en carretera pasaron a una gasolinería y compraron algunas golosinas para hacer comer a Jimin, tenía momentos cortos de conciencia, estaba tan débil, lo primero que le dió Jungkook fue un chocolate, que le proporcionó un poco de energía. 

Llegaron a Seúl y se fueron directamente al departamento de Jungkook, recostaron a Jimin en la recámara del moreno, Nam ya estaba esperándolos, aunque él les había dicho que no era lo mejor, ni lo correcto, le conectó una intravenosa, con suero y medicamentos, lo auscultó y evaluó sus signos vitales, estaba muy preocupado por el grado de delgadez que tenía, indicó que prepararán algo caldoso de comer para cuando recobrara la conciencia.

Tae y Jin fueron los que cocinaron mientras Jungkook acompañaba al rubio al lado de la cama, Nam estaba en la cocina con los chicos y ellos le platicaban todo lo que había ocurrido.

Por la noche Jimin despertó, bebió agua, estaba desorientado, no recordaba en donde estaba, Jungkook lo trató con toda la delicadeza posible e intentó calmarlo, le explicó lo que había pasado y que Haru se había contactado con él. 

Comió un poco de sopa y fideos, y volvió a dormir, Jungkook y los demás estaban cansados, pero sabía que corrían riesgo al salir, sabían que Ryu era capaz de todo, así que los demás se quedaron en el departamento, Tae en el sofá, y Jin en la habitación de Nam,  se lanofreció especialmente a él, habían generado algún tipo de vínculo entre ellos.

Esa noche Jungkook permaneció en vela, no estaba tranquilo, y se aseguraría de no volver a perder a Jimin, a la mañana siguiente una caricia lo despertó sobresaltado, se repetían imágenes del día anterior en su cabeza que lo hicieron sentir confuso por un momento.

-¡Hola!

Lo saludaba una voz suave al lado de él, seguía recostado en la cama, y lo contemplaba desde ahí, Jungkook le sonrió por primera vez en mucho tiempo.

-¡Hola pequeño!, bienvenido, espero que estés mejor.

-Quiero quitarme esto y darme una ducha.

-Tenemos que esperar a Nam, sólo un poco más, mientras te traeré el desayuno.

Regresó Jungkook con una bandeja con fruta, jugo, un emparedado, y un té, Jimin comía con mejor ánimo, aunque no había salido de la cama para nada, terminando el desayuno llegó Nam y pudo retirar la intravenosa, dejó las instrucciones para el cuidado de Jimin y prometió volver para la noche y platicarían sobre lo que harían todos a partir de ahí. 

Jungkook ayudó a levantar a Jimin lo acompañó al baño para que tomara una ducha, estuvo pendiente al otro lado de la puerta por si necesitaba ayuda.

-¡Jungkook ! Me siento débil, no me puedo sostener más.

Jimin estaba en la regadera, el moreno lo rodeó y lo ayudó a terminar de bañarse, lo envolvió en una toalla y lo acompañó hasta la recámara, le prestó algunas prendas y lo ayudó a vestirse, cuando estuvo listo, Jungkook se sentó a su lado.

-Creí que no volvería a verte pequeño, fueron unos meses terribles, pero no me puedo imaginar lo que pasaste tú. 

-Yo prefiero olvidar, lo importante es que estoy contigo, lo importante es que viniste por mi. 

Sus labios se juntaron en un suave beso, Jungkook temblaba, y al tocarse sus labios, los recuerdos llegaron a su mente, y por fin se permitió llorar y desmoronarse, ambos se consolaba y regalaban caricias, para reconfortarse mutuamente, los dos  permanecieron abrazados por un largo rato.

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