Te debo un café

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—¡Dáme 5 minutos más por favor!
—¡Jungkook!, ya no puedes tener más retardos, sino es otro trabajo más que perderás.
—Nam algunas veces eres tan molesto —Murmuró

Entre gruñidos y maldiciones apartó las sábanas y salió de la cama para meterse al baño tomar una ducha y así después de tomar un vaso de leche, salir rumbo hacia su trabajo, que si bien no le encantaba, le permitía pagar el alquiler y sobrevivir decentemente.

Rumbo a su trabajo paró para comprar un café americano como todos los días, y su muy delicioso bagel glaseado, la segunda parte favorita de su trayecto al trabajo, era pasar frente a la academia de artes y contemplar las coreografías desde el gran ventanal que daba a la calle, apreciaba la buena música y la armonía de los bailarines, creía que era un pequeño show gratuito, pero justo cuando retomó su camino al trabajo, chocó contra alguien que hizo que derramará su café y saliera volando lo que quedaba de su bagel.

—Ten más cuidado!

Gritó para el individuo que entró corriendo a la academia, que siguió su rumbo sin percatarse de los gritos de Jungkook, éste retomó su camino al trabajo, llegó a su edificio de mal humor, subió las escaleras hasta su piso y se desplomó sobre su asiento, murmurando quién sabe qué tantas cosas.

—¿Qué ocurre Kookie?
—Te he dicho mil veces que no me llames así
—Vamos hombre somos amig...
—Tú y yo no somos amigos, trabajamos en el mismo lugar Taehyung y eso es todo.
—Algo muy malo te paso hoy para tener ese humor.

Taehyung era el compañero de oficina de Jungkook, ambos trabajaban en el departamento de mercadotecnia de la empresa, llevaban compartiendo puesto ya varios años, y a pesar del carácter uraño y agrio de Jungkook, Taehyung lo consideraba como un amigo, ya que compartían demasiado tiempo laboral y su cero filtro al hablar le hacía saber a Jungkook todo lo que pensaba o sentía, creyendo que se había formado un vínculo de amistad entre ellos, por otro lado Jungkook no tenía ningún interés por la amistad de nadie, él ya tenía un mejor amigo, que al decir verdad se mantenía demasiado al margen de su vida y quizás por eso aún había conservado esa amistad, se limitaba a cumplir con sus deberes y a que su trabajo fuera lo suficientemente bueno para tener el mínimo contacto con el histérico de su jefe.

—¿por qué hoy no traes tu café?
—mgh, choqué con un idiota frente a la academia de arte y derramé todo en la calle, si me encuentro mañana a ese rubio le haré pagar por su torpeza.

—Jungkook, Taehyung, vengan a mi oficina por favor.
—¿Ahora qué?
—Calma Jungkook, escuché que hay un proyecto nuevo.

Los chicos se levantaron de sus asientos y entraron a la oficina de su jefe, un personaje joven, y muy bien parecido, delgado, formal pero no acartonado.

—Siéntense chicos, saben, la semana pasada en la junta del viernes, me ofrecieron hacerme cargo del departamento a nivel nacional, lo que me ha cargado de actividades y por lo tanto a ustedes, he tomado la decisión y ustedes se harán cargo de las cuentas de Seúl; más tarde Joo Su les entregará la información correcta de las cuentas que ustedes llevarán de aquí en adelante, más tarde tendremos una junta para poner en orden todo.

Los chicos se quedaron perplejos ante la información, pero la rebeldía de Jungkook no pudo esperar.

—¿Y recibiremos mejor paga por ello?
—Llevarán las cuentas por un tiempo y estarán a prueba, si logran buenos resultados, claro que serán promovidos, y sus sueldos se verán favorecidos

La respuesta no convenció del todo a los chicos pero aceptaron las condiciones después de todo, el Jefe los despidió de su oficina poniendo demasiada confianza en ellos, los chicos se retiraban con una sensación de pesadez sobre sus hombros.

—Jungkook espera tengo algo más que decirte.

Los chicos intercambiaron miradas y mientras JungKook regresaba a su asiento frente al escritorio del jefe, Taehyung se alejaba después de haber cerrado la puerta.

—Sabes Jungkook, estaba por comenzar un proyecto nuevo para unos amigos, pero definitivamente ya no podré hacerme cargo, y te lo encomiendo directamente a ti, tómalo como un trabajo externo, pero no por eso no pondrás el máximo de tu empeño tanto en él, como en las cuentas de la empresa, podrás cobrarlo por tu cuenta, y solamente me gustaría que parcialmente me mostrarás avances de este.

—¿Qué? Pero Jin como comprendes si ya nos has cargado demasiado de trabajo.

Jungkook se exaltó de sobremanera, sentía que querían abusar de él y eso no lo permitiría; después de su reacción Jin lo observó con suma seriedad, levantó su teléfono y dió unas cuantas instrucciones para que su asistente Joo Su entrara a su oficina con cierta información que había solicitado.

Mientras eso pasaba Jungkook pensó que lo despedirían por la falta de respeto a su superior, que si bien en pocas ocasiones le había permitido dirigirse así con él, en esta ocasión no le agradó la idea para nada, los pensamientos del joven frente al escritorio fueron interrumpidos por la asistente de Jin, una chica pequeña muy eficiente, de cabello corto, flequillo y unos pequeños lentes, al entrar entregó un folder directamente a Jungkook, pero éste no entendía qué estaba pasando.

—Gracias Joo Su puedes retirarte.
—Jungkook esos son 3 curriculums que Joo Su ha seleccionado, he aprobado una vacante extra para apoyarlos, te pido los entrevistes y contrates al que te parezca más competente al puesto, la persona que contrates te apoyará al 100% con las cuentas y así no dejarás de lado mi especial encargo.

—En tu escritorio ya están toda la información, por favor retírate y comienza a trabajar en ello, Ah!, y que sea la última vez que te diriges a mí en ese tono.

Jungkook se retiró sin decir ninguna palabra más, toda la información le había caído como un balde de agua helada, estando en su lugar primero se dedicó a estudiar sobre qué se trataba el proyecto especialidad de los amigos de Jin, es sobre la academia de arte, no tenía muchos detalles la información pero ya había una cita programada para ese día por la tarde.