Narrador.
La vida de Mikasa Ackerman era un poco difícil desde hace tiempo.
Nació y creció en una pequeña familia de granjeros, por desgracia con bajos recursos y muy pocas oportunidades de vida en la zona donde se ubicaban.
Por estas mismas razones, sus padres nunca pudieron darle lujos, o estudios decentes, así que desde muy pequeña trabajó con ellos, cosa que no fue fácil.
Los demás niños a su edad jugaban y reían, mientras ella trabajaba bajo el insoportable sol de la tarde, pues de no sacar mucho sustento para poder venderlo a alguna ciudad cercana no podrían comer.
Debido a las enfermedades en ese entonces y la falta de recursos para sobrellevar la situación, los padres de la azabache fallecieron y a la joven le tocó enfrentar el mundo sola, a la edad de dieciséis años. Pero no es hasta los dieciocho, que recurre a los bailes exóticos como una vaga salvación, pero que fácilmente vive bien de eso por un tiempo.
Ella era una Stripper muy solicitada, sobretodo en fiestas de despedidas para solteras, agencias o clientes potenciales, y es que, Mikasa Ackerman, cargaba con algo más que solo belleza física o simpatía, lo que llamó mucho la atención de la gente, en especial de chicas que solo querían divertirse un rato.
Cierto incidente la hizo perder el empleo por su condición, que a sido motivo de burlas y hasta más. Porque ser adicto al sexo suena bien, pero es la misma mierda que ser un adicto a cualquier otra cosa.
Afectando con el tiempo cosas básicas de su vida, como dormir, comer o trabajar. Incluso su salud mental.
La situación fué tan grave que se mudó de ciudad apenas completó el dinero para abordar un avión y largarse. Descubrió que un tío bastante lejano le dejó un departamento, pero que no pudo reclamar hasta la mayoría de edad.
Actualmente solo es jardinera, y suele ir de casa en casa por ese mismo trabajo. No es la gran cosa, pero de nuevo, basta para sobrevivir.
Como hoy...
Miró el patio de la casa ya limpio por fin y sonríe un poco. Limpiar, regar, barrer y podar, es más cansado de lo que parece, porque no todos soportan estar bajo el sol, o sudando.
—¿Ya casi te vas?
Escuchó a su espalda. Mikasa giró y frunció el ceño. Era el tipo que le había llamado para cuidar de su jardín.
—Solo hace falta regar.— Tomó la manguera.
Él se dió la vuelta mientras murmuraba algo y la azabache abrió la llave, comenzando así a regar las flores del jardín.
—Imbecil.
Algunas personas creían que por el hecho de pagarte o tener una mejor posición social ya te podían hablar como ellos quieran. Cosa que le molestaba mucho.
Recuerda que en varias ocasiones la gente se dirigió a ella y a sus padres de formas muy desagradable por sus bajos recursos, eso obvio hace mucho tiempo, pero cada que vez que lo recuerda la sangre le hierbe.
Algo en las ventanas llama su atención entonces.
Es una figura femenina.
—Joder.—Apartó la mirada.
"¿Por qué soy así?"
Sabía que si continuaba mirando, la cosa terminaría mal. Llamaría a Historia en cuanto termine su labor. Ella trabajaba de noche, por razones que no hacen falta aclarar, pero con la azabache y otra chica hacía una excepción.
Inconscientemente dirige su mirada una vez más hacia la ventana, pero alguien más está ahí ahora además de esa mujer.
Supuso que el mismo imbecil de hace rato.
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Ninf*****. [Mikannie] G!P
Fanfiction[Mikannie] Advertencia: Solo para mayores de edad. Temas sensibles. Portada hecha por: Aihara_Yuki.