Capítulo 4

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Narrador.

En la sala de descanso se encontraban dos amigas. Hitch y Annie tenían bastantes años de conocerse. Desde la infancia se podría decir. Es por eso que su comunicación y confianza era muy buena.

Podían hablar y hablar de lo que sea.

—¿Cómo van las cosas con Berthold?

Aunque aveces las cosas no tengan porqué.

Annie se llevó una galleta de mantequilla a la boca de forma rápida y masticó. Eso a Hitch le dió risa.

—Horrible.

Hitch también agarró un par de galletas y Annie le pellizcó la mano.

—Ahg, ¿qué?

—No son para ti.— Dijo Annie.— Son para los pacientes.

Rodó los ojos, y retiró la mano, con algunas galletas escondidas en el puño que deboraria más tarde. Por ahora, las esconderia en el bolsillo.


—No vas a creer lo que dijo mi padre ahora.

—Oh, ya quiero saberlo.—Sonrió.

Annie la miró seria y Hitch dejó de sonreír.

—¿Tan malo es?

—Piensa que ya es tiempo para que Berthold y yo tengamos un hijo.

—Que horror.—Continuó comiendo.

Annie se cruzó de brazos y miró sus zapatos durante un rato.

—Quiero el divorcio.

Hitch abrió los ojos con sorpresa.

—¿Pasó algo?

—No lo amo Hitch, asi de fácil. no quiero seguir con esto.— Encogió los hombros.

—Pero, ¿qué opina tu padre? Mujer, ese hombre controla cada maldita parte de tu vida.

—No lo sabe.— Sonrió.— Ya sabes como es. Se pondrá histérico y lo último que necesita ahora es ponerse mal.

El no estaba muy bien de salud últimamente. Era más obvio que antes aunque él aparente decir que se encuentra bien.

—Entiendo...

—Además.— Suspiró.— ¿A dónde iré? Lo poco que tengo se lo llevará el. Prácticamente estoy acorralada en todo sentido.

—Ven conmigo.— Dijo obvia.— Soy tu mejor amiga. Si necesitas quedarte con alguien, pues venir y-

—No quiero molestar Hitch.

Agradecía muchas cosas y su amabilidad, pero realmente no quería ser una carga para ella.

Miró el reloj.

—Ya casi es hora de la sesión. Nos vemos después.

—Claro.

Ninf*****. [Mikannie] G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora