Ninf*****. [Mikannie] G!P

Capítulo 10

—¿Podemos vernos de nuevo?

Annie sonrió, y Hitch la arrebató el teléfono, lo que le dió bastante pánico a Annie.

—¡Hitch!

Hitch alzó el teléfono y tomó a Annie del hombro. Fue en ese momento, que la rubia supo que esto podría ser el fin, y lo peor es que no tendría como explicarlo.

—Yo...

—Annie.— la miró seria.— ¿Qué relación tienes con Mikasa?

—Amistad.

Rodó los ojos ante tal respuesta.

—Eres su doctora, y ella es tu paciente.— Negó, y le entregó el teléfono de nuevo.

Por lo que vieron, la azabache seguia en línea, esperando la respuesta de la rubia posiblemente.

—Mira, no pasa nada con eso, y no te lo advierto por lo de Berthold, porque en caso de que lo hayas olvidado, estás casada.— Suspiró.— Es solo que...pareciera que las cosas están escalando cada vez más, y por si no recuerdas, Mikasa no es el mejor tipo de persona por las que te deberías de enamorar.— Rascó su mejilla.

Es una persona "hipersexual", recuerda eso.

Annie permaneció en silencio, tan solo mirando fijamente la pantalla de su celular.

Hitch suspiró.

—Si quieres ir con ella, no te lo impediré. Tan solo recuerda, que te lo adviertí, y que estás dispuesta a pagar las consecuencias, porque sabes muy bien, que las hay...

Se fué.

[Ninfomana]

Aceptar las consecuencias...

¿Valdrá la pena?

—Lamento llegar tarde.— Se disculpó la azabache, y se sentó junto a ella.

Annie salió de su transe y le sonrió torpemente, cosa que hizo reír un poco a la azabache también.

¿Valdrá la pena...caer en sus brazos?

—¿Qué haremos hoy?

¿Besar sus labios...recompensará todo el desastre que eso provoque?

—Estaba pensando en ir a comer.— Dijo la azabache.— Hice un par de trabajos así que tengo dinero para eso.

—Suena bien.

—Ven, conozco un sitio.— Sonrió.— ¿No eres exigente verdad?

Annie soltó una leve risa.

—No me decepciones, Ackerman.

No estaba muy lejos del lugar donde decidieron encontrarse esa tarde.

Cuando llegaron al lugar, una mesera las atendió de inmediato y de forma amable. El lugar estaba lleno pero igual tomaron asiento. El servicio fue rápido y es que había muchos empleados caminado de aquí para allá.

Personalmente a Annie no le gustaba estar rodeada de gente tanto tiempo pero por lo que le contó la azabache, el lugar ofrecía una comida deliciosa.

Podía sentir el leve calor del vapor salir del lugar donde preparaban comida, y el olor era muy bueno.

—¿Se les ofrece algo de tomar?

La azabache y la rubia se miraron, a lo que Mikasa asintió.

Podían beber alcohol, ya que familiar familiar no era, así que pidieron algo para las dos.