Narra Evelyn
En años venideros, nunca pude recordar cómo me las había arreglado para hacer los exámenes, cuando una parte de mí esperaba que Voldemort entrara por la puerta en cualquier momento. Sin embargo, los días pasaban y no había dudas de que Fluffy seguía bien y con vida, detrás de la puerta cerrada.
Hacía mucho calor, en especial en el aula grande donde nos examinábamos por escrito. Nos habían entregado plumas nuevas, especiales, que habían sido hechizadas con un encantamiento antitrampa.
También teníamos exámenes prácticos. El profesor Flitwick nos llamó uno a uno al aula, para ver si podíamos hacer que una piña bailara claqué encima del escritorio. La profesora McGonagall nos observó mientras convertíamos un ratón en una caja de rapé. Ganaban puntos las cajas más bonitas, pero los perdían si tenían bigotes. Severus nos puso nerviosos a todos, respirando sobre nuestras nucas mientras tratábamos de recordar cómo hacer una poción para olvidar.
Lo hice todo lo mejor que pude, tratando de hacer caso omiso de las punzadas que sentía en la frente, un dolor que me molestaba desde la noche que había estado en el bosque. Dana y Dak pensaban que era un caso grave de nerviosismo, porque no podía dormir por las noches. Pero la verdad era que me despertaba por culpa de esa vieja pesadilla, que se había vuelto peor, porque la figura encapuchada aparecía chorreando sangre.
Tal vez porque ellos no habían visto lo que Harry y yo vimos en el bosque, o porque no tenían cicatrices ardientes en la frente, Ron y Hermione no parecían tan preocupados por la Piedra como yo. La idea de Voldemort nos atemorizaba, desde luego, pero no los visitaba en sueños y estaban tan ocupados repasando que no les quedaba tiempo para inquietarse por lo que Quirrell o algún otro estuvieran tramando.
El último examen era Historia de la Magia. Una hora respondiendo preguntas sobre viejos magos chiflados que habían inventado calderos que revolvían su contenido, y estaríamos libres, libres durante toda una maravillosa semana, hasta que recibiéramos los resultados de los exámenes. Cuando el fantasma del profesor Binns nos dijo que dejásemos nuestras plumas y enrollásemos los pergaminos, no pude dejar de alegrarme con el resto.
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1. Evelyn Evans y la Piedra Filosofal
Fiksi PenggemarEvelyn Evans, una chica de doce años vive con Severus Snape; el profesor de pociones, en una casa a las afueras de Londres. Muchas veces sentía que ella no era normal, hasta que un buen día recibe una carta que cambiará su vida para siempre. En ella...