32. Donde todo se quiebra

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HONGJOONG.




¿Qué demonios pasó?

La unica persona en quien confiaba y en quien podia ser libre de decir lo que pensaba y sentía, era el enemigo.

Debí sospecharlo al menos, cuando en nuestras salidas, Park llegaba en carros lujosos, era precavido con los lugares a donde salíamos y siempre era cauto al momento de hablar de su vida.

¿Realmente me habia contado algo relevante?

Nada. No sabia nada.

Nisiquiera sabia si tenia familia, padres, hermanos.

Me sentía tan ofendido y a la vez, vulnerable.

Ambos nos vimos a los ojos, con miles de interrogantes.

—Tú eres Marte— Lo dije mas como una afirmacion.

—Lo soy.

"Maldito"

¿Acaso siempre estuvo burlándose de mí? ¿De mis arduos intentos de atraparlo? ¿Siquiera lo que vivimos significó algo?

No soy sentimental, pero eso no significa que me siento vacío y solo. Pero jamas he juntado lo personal y lo laboral, y aunque me siento desolado, ya estaba ahi.

—Será mejor que te vayas— Me quedo inmovil al oirlo muy cerca de mi oido.—Nadie sabe quien eres, ni yo mismo imaginé que eras un policía. Vete, no podré hacer nada si mis hombres te descubren—

Lo siento hasta casi suplicante.

No podia ser. Levanto la vista y me encuentro con esa mirada intensa que me atrajo desde el principio, ahi estaba él, como un imán del que debo huir.

—¿Sabes algo?, el trabajo que te conté, era detenerte y ponerte tras las rejas. Jamas imaginé que tú eras Marte— Le confieso, ignorando la advertencia, pero cierro mi abrigo.

—¿Entonces estas aqui por eso?.

—No precisamente, me sacaron del caso, desde que atracaste el banco. Nisiquiera estoy autorizado de estar aqui— Le devuelvo la máscara y a cambio recibo mi placa.

—Debí saber que solo tú serías capaz de seguirme el paso, tu voz se me hizo conocida cuando nos rodearon en las bodegas. Pensé que mi mente me engañaba, pero siempre fuiste tú.

¿Y ahora qué?

Fue coincidencia, pero miré a los lados, notando a Jeong bebiendo en la barra, a tres sujetos que nos veían de reojo. No era tonto, claramente ellos eran escoltas y escondian sus armas pero siempre estaban vigilantes. Estaba en un campo minado, un paso en falso y todo se acabaría para mí.

Ambos pisamos la realidad y estábamos en bando contrarios, asi que era hora de acabar esto.

—Soy Kim Hongjoong, policía hace ocho años y agente investigador. Vivo solo en la capital, pero tengo buenos amigos y sobre todo, tengo un alto sentido de la justicia; jamas hice algo fuera de la ley, nisiquiera tuve ninguna infraccion y nunca he planeado ensuciar ni deshonrar mi profesion— Siento que es hora de aclarar toda la verdad. —Haré de cuenta que este encuentro jamas pasó, pero no pienso encubrirte. Estas advertido.

Veo a Park suspirar y su semblante se ve ¿triste?, no estoy seguro.

—Mi verdadero nombre es Park Seonghwa, jamas he tenido una profesion definida, solo soy una persona que ha trabajado honradamente para mantener mi hogar...— Ruedo los ojos y siento ganas de reir por la mentira que oigo. Pero él se señala a si mismo en la cabeza. —Este que ves frente a tí, en un sujeto que tuvo mala suerte, desvaría y tiene demonios internos; pero los controlé y tenía una vida normal hasta que conocí a ese maldito gobernador. Lo que soy, terminó de crearlo Zheng Hwang... Me parece genial que trates de acabar esta mentira, no soy el único villano aqui y si los descubres, demostrarás que eres el mejor agente que he conocido.

EL SECRETO DE MARTE | SeongJoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora