13. Zheng

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PARK.

En el centro de la ciudad, estuvimos atrapados en un congestionamiento molesto y todo por culpa de un político haciendo campaña para las elecciones de fin de mes.

No podía creer lo desconsiderados que eran esos politicos, que no les importaba cerrar calles solo para hacer una fiesta burlesca, solo con la finalidad de llegar al poder y llevarse una buena tajada del presupuesto de los ciudadanos.

"¿Acaso no lo reconoces?"

"No me interesa. Largo"

"Puff, ese es el mismo hombre que te arrebató el restaurante, lo recuerdo"

Observo detenidamente al hombre que tiene unos collares de flores colgando del cuello y una bandera de su partido politico, él saludando a sus seguidores.

Y claro, era el mismo hombre, no habia duda. Solo que esta vez habia dejado de ser un simple hombre en un puesto bajo de gobierno. Ahora estaba de camino a ser posible alcalde de esta parte de la ciudad.

La vida a veces era cruel, al dejar que personas incorrectas tomen el poder sobre quienes vivian del cada día.

Despues del desquiciante tráfico, logramos llegar al departamento que Song consiguió para su familia. El departamento no quedaba muy lejos del centro, era un buen lugar para criar a un niño y el lugar se veía mucho mejor que nuestros antiguos hogares.

Hyeji ingresó al departamento y una sonrisa apareció en su rostro, al ver el lindo departamento que su pareja le habia conseguido, aun sosteniendo al recien nacido abrazó a Song. Era lo minimo que ella merecía y nos hizo sentir mejor de que ella estuviera feliz con el departamento que elegió Song.

El resto de la tarde acomodamos los muebles, armamos algunas piezas y nos encargamos de dejar la habitacion del bebé, impecable y bonito.

Fuera de ser un par de sujetos que estan metidos en el mundo bajo y muy ilegal, tambien éramos sujetos comunes. Y esa tarde lo demostramos, cargando muebles pesados, instalando aparatos electrónicos y acarreando el equipaje y demas.


[...]

Aquella algarabía que detuvo el tránsito, fue el inicio. En las elecciones recientes, Zheng el candidato nuevo y 'hombre del pueblo', ganó la alcaldía de nuestro distrito.

Era increíble que la gente cayera en su carisma, cuando a mis ojos siempre fue un lobo vestido de cordero.

Y maldita sea.

Tendría que ir a verle la cara a ese idiota, otra vez.

Y todo porque necesitaba un permiso para abrir un restaurante y un bar, lo ultimo de fachada, para mis otros negocios.

Y puesto que no habia nada que pudiera hacer.

Ya estaba en las oficinas de solicitudes. Con los documentos listos en mi mano, me dirigí a la oficina del alcalde porque necesitaba una firma suya. Las cosas eran distintas estando en una ciudad enorme con leyes diferentes.

Afortunadamente al parecer solo estaba la secretaria. Asi que le expliqué mis motivos y la urgencia que tenia para abrir los negocios lo antes posible.

—Como se habrá enterado, las solicitudes seran atendidas en cuanto el nuevo alcalde tome posesion, asi que tendrá que esperar unas semanas— Explica la secretaria que tenía una pila de documentos en su escritorio.

Eso tenia sentido, pero yo no tenia el tiempo, ya que quizá en pocas horas sería comida para los peces despues de enfrentar a Troy.

Estuve a punto de dejar mi solicitud y esperar una larga temporada, pero por la puerta principal, llego nada menos que Zheng, acompañados de cuatro tipos mas, entre sonrisas y una plática divertida supongo, llegaron hasta la secretaria que estaba igual de sorprendida que yo.

EL SECRETO DE MARTE | SeongJoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora