18. Territorios

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Desde aquel atentado, ya han pasado algunas semanas.

Jongho ingresa a la habitacion donde Park se recupera, llega a su lado y le deja la bandeja del almuerzo que el hospital proveía.

Park cierra el libro que leía y mira con desagrado la comida que Jongho le puso en frente.

—Ya no soporto estas cosas aguadas y sin sabor—

Intenta levantar la bandeja de sus piernas, pero Jongho no se lo permite.

—Hyung, aun está debil y debe comer esto para que se recupere pronto— Insiste.

Park de mala gana prueba un bocado, haciendo muecas por lo agrio de su almuerzo, pero Jongho no se rinde e insiste para que se termine todo. Como un enfermero personal, Jongho le acerca todo lo que el mayor necesite y no le molesta en absoluto estar al pendiente de Park.

—¿Y Mingi?— Preguna el mayor, masticando la manzana picada en trocitos.

—Ya fue dado de alta, acaba de llevar a Hyeji a casa y me dijo que regresaría en unas horas— Explica.

Park solo asiente y come otro pedazo de manzana que es lo unico comestible en ese desabrido almuerzo.

La suerte que tuvieron Park y Mingi fue mucha, a pesar del aparatoso accidente y la explosion del dispositivo que les pusieron en el carro, por fortuna pudieron resguardarse a tiempo.

Mingi resultó menos grave, con lesiones que sanaron rápido. En cambio Park, tuvo lesiones mas severas, tenia un par de costillas rotas, su brazo y pierna izquierdos estan aun enyesados.

Park aun debe quedarse internado por un mes o mas, bajo tratamiento estricto, por lo cual Jongho se esfuerza en atenderlo.




[...]

Oso Negro, el jefe de la mafia que la mayoria en el bajo mundo conocía y temía, era el traficante de armas mas grande del país y que otro estuviera pretendiendo tomar su mercado era inconcebible.

Es por eso que el enorme sujeto robusto que tenía un gusto por los abrigos de pieles, sabía como hacer respetar su posicion. Al principio su ajuste de cuentas sería con Troy, pero al enterarse del nuevo jefe que le arrebató el puesto y la organizacion a Troy, decidió que era mejor deshacerse del problema lo antes posible.

Simplemente un sujeto que tomaba una organizacion criminal como Marte, era peligroso. Y al no obtener buenos resultados con sus amenzas y advertencias, fue mas radical.

Sus hombres cumplieron su orden. Sin embargo por los informes de los noticieros, supo que hubo sobrevivientes y el asunto es que no sabia cuál de ellos era Marte. Los primeros carros que atacaron, los tres ocupantes fueron ejecutados, en el tercero solo murió el piloto pero sobrevivieron dos.

Oso Negro estuvo en espera del resultado. Tres semanas pasaron desde el ataque y sus hombres estaban vigilando a los internados, buscando saber quienes eran y si Marte era uno de ellos.

Ha pensado mandar atacar a ambos sobrevivientes, pero no queria hacer algo insulso si no resultaba estar Marte entre ellos.

—Mi señor ¿Nos encargaremos de esos dos?— 

—Aun no me han confirmado si ese Park o Song, es Marte— Respondió Oso Negro.

Otro sujeto llegó junto al líder, llevando consigo un teléfono.

—Mi señor, tiene una llamada urgente. Dice que es el mismísimo Marte— 

Oso Negro enarca una ceja, ya que no cualquiera podía comunicarse con él o sus hombres directamente, eso era una hazaña. El sujeto corpulento extiende la mano y recibe  el teléfono que enseguida pega a su oido.

EL SECRETO DE MARTE | SeongJoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora