EL SECRETO DE MARTE | SeongJoong

41. Sin poder

JONGHO.

¿Qué acaba de soltar, Yeosang?

No puedo... me niego a creerlo.

Odio mis inicios, pero es inevitable llorar de solo imaginar el peso de ese crimen.

Mi madre... hyung... él no pudo ser....

Levanto mi vista y me topo con una imagen miserable, él tiene la cabeza gacha, veo sus hombros temblar a la par de sus lamentos, sus dientes se aprisionan para evitar tiritar.

—¿Es verdad?— Necesito saber y no me interesa si mi voz sale rota.

Su silencio, es una clara prueba irrefutable que no puede desmentir.

—¿Por qué te manchaste las manos de ese modo?.

Es burdo preguntar, no deberia importarme, sé bien la clase de mujer que fue ella. Desde que tuve conciencia, oí a mi abuela contarle a su amiga de la terrible hija que tenia, los vecinos tambien murmuraban creyendo que yo no entendía, ademas, de ella recibí mas maltratos que cariños, tengo recuerdos vagos de las bofetadas y ayunos que viví a su lado.

Me duele que hyung...

—Jonggie, no tengo nada que argumentar— Jamas lo habia oido con esa voz rota y temerosa. —La maté, asi es...— ¿Por qué?. —fuí yo el verdugo de tu madre y ademas, yo soy tu...

—Mi padre— Sé que le cuesta decirlo, asi que lo dije yo.

Maldito ambiente, ¿Qué clase de lugar es este para las verdades?.

Hago lo posible por recuperarme de este ambiente deprimente, aun estoy atado pero eso no significa que he estado tranquilo, he logrado aflojar algunos nudos a pesar de mis dedos heridos y espero liberarme pronto.

Tomo una gran bocanada de aire antes de enfrentar esto, no soy un niño y debo actuar como tal. Lo miro una vez mas, esta vez con la determinacion firme.

—¿Sabes algo, Park Seonghwa?— Hablo nuevamente, esta vez él levanta la vista y supongo que espera la estocada final. —Ya sabia eso desde hace mucho... sé que eres mi padre— No sé por qué, pero se me escapa una leve risita corta.

La expresion atónita de su rostro es indescriptible, solo sé que lo he sorprendido.

Realmente nuestro parentesco no me molesta, es raro y tengo varias preguntas, pero me alegra que asi sea.

Jamas podría repudiar nuestro lazo sanguíneo, pero me atormenta que él haya sufrido todo este tiempo en silencio.

Sé que su crimen es grave, esa parte de la historia no la sabía, pero juraría que él no actuó con premeditacion, ¡porque demonios, ella tenia algo mal en la cabeza!.

—¿Cómo es que tú, sabes...?— Aun luce confundido.

Tengo una sensacion de paz, que he olvidado donde estamos y en el peligro que corremos.

—Tengo vagos recuerdos de aquella época, pero sé que te llamaba papá. Cuando vivimos juntos, empecé a llamarte hyung porque mis maestros y amigos me presionaron, ellos no creian que fueras mi padre y una maestra creyó que era tu hermanito y me enseñó que debia hablarte de hyung...— Lo observo con una mueca al tratar de traer esos viejos recuerdos. —La vez que celebramos el día del padre en la escuela, cuando ya estaba en cuarto grado de primaria, despues de llegar a casa te encerraste en tu habitacion y en la noche cuando tuve una pesadilla, fuí contigo y te encontré ebrió y llorando mientras sostenías la carta que te regalé... supongo que no lo recuerdas, porque apenas podias ponerte de pie, me abrazaste y me dijiste que estabas orgulloso de tener un hijo como yo, asi que al confirmar tus palabras tambien me puse feliz. Estabas tan ebrio que me dijiste "Le diré a Jonggie la verdad cuando se gradue de la universidad, hasta entonces no le digas nada y guarda el secreto por favor"—