Capítulo 7: ¡No, es mío!

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Le tomo la palabra a Zach y paso delante de él con la cabeza en alto. Les aseguro que no tiene posibilidades contra mi lugar perfecto, no. Los demás chicos nos siguen y yo los dirijo.

Seguro van a adorar mi refugio. Les puedo asegurar que lo harán. ¿Cómo no lo harían? Es simplemente perfecto. ¿Lo han visto? Porque es asombroso.

<<¡Maldita sea! Ya te pusiste nerviosa>> habla mi subconsciente con fastidio.

<<¿De qué hablas? ¿Yo, nerviosa?>> me río internamente <<¡Claro que no!>>

<<¡Claro que sí!>> me replica <<Siempre que estas nerviosa comienzas a vomitar palabras y frases a lo estúpido.>>

<<¿Qué sucede contigo? Yo no estoy vomitando palabras y fases a lo estúpido. Eso es ridículo. ¿Por qué lo haría? No tengo absolutamente ni una razón para estar... Santa mierda, me estoy meando de los nervios.>>

<<Subconsciente: 1. Keyla: —8.>> ruedo los ojos mentalmente.

Así es, amigos, estoy nerviosa. ¿Qué tal si no les gusta mi lugar perfecto y Zach me gana? No, señor, eso no lo voy a permitir

Wow, esperen ahí: ¿de verdad estoy haciendo drama por esto? Santo cielo, estamos en una maldita isla desierta, hay más cosas de las que preocuparse.

Estoy entrando en el proceso de regañarme a mí misma cuando me doy cuenta que hemos llegado a mi lugar perfecto.

Prepárate para perder, Macho.

— Aquí estamos chicos —sonrío satisfecha—. Esta es la maravilla que encontré.

<<Creo que maravilla ya es un poco exagerado>>

<<Cállate.>>

— ¿No es genial? Tiene todo lo que me dijiste, Cody: sombra, espacio, seco y cercano —repito las características del lugar automáticamente—. ¡Es perfecto!

Cody voltea a su alrededor examinando el lugar y puedo ver como una sonrisa eleva las comisuras de su boca.

— Es muy bueno, Keyla —asiente—. Buen trabajo.

— Gracias —sonrío halagada.

Los demás me felicitan también y yo hago un pequeño baile mental de victoria..

Entonces escucho la risa burlona de Zach. Y es cuando me preparo para patearle el trasero.

<<Sexy trasero>> aclara mi subconsciente.

Sí, claro.

— Muy bien, debo admitirlo, eres buena en esto, Celitos —aplaude exageradamente—. ¿Lo has hecho antes?

¿Hacerlo antes? ¿Qué? ¿Buscar un refugio?

— Obviamente no, Michaels —respondo—. ¿Tú sí?

— ¡Oh, por favor! —ignora mi pregunta anterior—. Eres una gran tramposa, seguro has tenido tus momentos.

<<¿Tramposa?>>

— ¿Tramposa? —lo miro indignada—. ¿De qué mierdas hablas, Macho?

— Tú sabes de qué hablo, Celitos —alza una ceja hacia mí y yo me confundo más.

— No, en realidad no sé de qué hablas. Aunque a este punto ya debería haberme acostumbrado a tu persona escupiendo cosas sin sentido.

Él ríe más fuerte.

— Oh, realmente eres buena —niega con la cabeza—. ¿Cómo hiciste para seguirme? Eres muy sigilosa: nunca escuché ni un indicio de que alguien me estuviera pisando los talones.

Náufragos [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora