El ambiente se ha vuelto algo raro. Es como que todavía no nos conocemos lo suficiente y ya estamos contando nuestras vidas. O al menos, parte de ellas. Después de que Natalie termina de hablar, inmediatamente le sigue Nick.
―Mi nombre completo es Nicholas Alexander Pickett, soy canadiense y tengo dieciocho años ―suelta tranquilamente y algunos voltean a verlo confundidos―. Sé que probablemente no les interese eso, pero parecía una buena forma de empezar mi presentación. ―Zach ríe a mi lado―. Tengo una hermana menor, su nombre es Alice y es un dolor de trasero. Pero también es lo mejor que tengo. ―Sonríe―. También tengo una novia... Bueno, tenía. ―Frunce el ceño y niega con la cabeza―. Es curioso como todo se puede ir a la basura en un santiamén. Es decir, la vida iba mejorando para mí. Caitlin vive en Canadá, así que por eso decidí irme de intercambio. Ella era como mi mejor amiga cuando éramos niños, hasta que me mudé a Los Angeles con mi familia y perdimos el contacto por un tiempo. Hace un año decidí enviarle un mensaje, sin saber exactamente qué era lo que pretendía. Desde entonces hablamos todos los días, el cincuenta por ciento del tiempo. ―Sonríe de nuevo ante el recuerdo.
>> Cuando aceptó ser mi novia, hice el examen de admisión en Canadian Exchange, porque mis padres no me habrían dejado irme si no fuera por estudios. Y, tal vez suene holgazán o lo que quieran, pero necesitaba que me siguieran manteniendo. ―Se encoje de hombros y hace una breve pausa, mientras frunce el ceño, como si estuviera reflexionando algo―. Yo... Yo la amo ―susurra, más para sí mismo que para nosotros―. Dios, la amo y no me había dado cuenta. Pero ahora que no la tengo, ni siquiera por texto, la extraño demasiado. ―Suspira profundamente―. Esa chica, es la persona más testaruda, enojona y celosa que he conocido en toda mi vida. Y también es lo mejor que me ha pasado. ―Nick aprieta los ojos y baja la cabeza, haciendo otra breve pausa―. Y estar aquí, lejos de ella, es la mierda más grande.
Deja su última frase en el aire. Supongo que para todos es así. Quiero decir, tal vez yo no haya dejado atrás al amor de mi vida, pero dejé a mi mamá. Dejé amigos, que fueron un gran apoyo para mí cuando David se fue. Todos dejamos seres queridos. Para cada uno de nosotros, esta es la mierda más grande.
― ¿Crees que te espere? ―suelta April de repente.
― ¿Cómo? ―pregunta Nick, confundido.
― Qué si crees que ella te vaya a esperar ―repite―. ¿También te ama?
Para ser una chica que no habla mucho, hace preguntas muy inapropiadas.
―Yo... ―Nick la mira por unos segundos, sin saber su respuesta―. No lo sé. ―Suspira.
―El amor es estúpido ―escupe Melisa, cruzándose de hombros―. Créanme, niños, yo soy mayor que ustedes y conozco más del mundo. El amor es una farsa. Y escucharlos decir cursilerías así me enferma. ―Todos nos quedamos en silencio. Yo, personalmente, estoy en shock por sus palabras.
― ¿Cuál es tu problema? ―habla Natalie―. Que te creas madura y pienses que lo que decimos es basura, no significa que así sea. Tal vez tú llevas más en este mundo que nosotros, pero eso no quiere decir que hayas vivido más.
― ¿Tú qué sabes? No me conoces, no tienes derecho de hablarme así.
―Tú insultaste mis maneras de pensar, no me vengas a dar clases de educación. ―Ambas se fulminan con la mirada y el ambiente se pone tenso a nuestro alrededor. Se supone que esta dinámica debería unirnos más, no hacer que queramos sacarnos los ojos los unos a los otros.
―Solo era un pensamiento ―dice Melisa entre dientes.
―Pues no nos interesan tus pensamientos si involucran insultar a otros, zorra. ―El rostro de Melisa se distorsiona y sus ojos se ponen vidriosos. No sé si por tristeza o por furia.
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Náufragos [PAUSADA]
Teen FictionSiento como alguien me sacude, despertándome de mi sueño. Abro los ojos perezosamente y lo primero que veo son unas hermosas esferas azules mirándome con una expresión de pánico. - ¿Qué pasa? -Me incorporo inmediatamente, y todo el cansancio que se...