— Yo... Céline Everdeen.
Miró a detalle la mano de la chica. Dudoso, la estrechó con la de él dando un ligero apretón.
— Levi.
— Ah... Mmh...
— ¿Qué? ¿Te comieron la lengua los ratones? — preguntó de inmediato al notar la ausencia de palabras de parte de la platinada. Esta, respiró profundo.
— Podrá ser el soldado más fuerte pero le pido que me respete, por favor.
Isabel y Farlan intercambiaron miradas con asombro, Hange quedó boquiabierta; por otro lado, Levi y Céline se debatían entre miradas frías y firmes.
— Ah, con que sí puedes hablar.
— Puedo ponerlo en su lugar las veces que sean necesarias.
— Hija, la orden — llamó su mamá. Aún con esa firmeza, suspiró y se dio media vuelta para dirigirse en dirección de su madre y el pequeño niño.
— Qué mocosa tan insolente — fue a tomar asiento a una mesa. Isbael se sentó a su lado mientras reía — ¿De qué ríes, tonta?
— ¿Alguna vez, alguna mujer te habló de esa manera? — preguntó riendo —. ¡Oh, Dios!
Vieron pasar a la muchacha, tomando de la mano al pequeño Jean. Salió sin dirigirle la mirada a Levi. Este, curioso, la siguió con la mirada. Se llevó una gratificante sorpresa al verla sonreír mientras platicaba con el pequeño Jean.
— Es sobrina de Erwin — comentó Farlan, llamando la atención de Levi con ese comentario —. Y creo que también mesera de este restaurante.
— ¿Así que debemos esperar a que ella regrese? — preguntó Isabel.
— Al parecer sí.
— Bueno, no importa.
Observaba detenidamente algún punto de la mesa. Frunció ligeramente el ceño en el momento en que recordó la mirada fría de Céline. Esa mocosa era una niña, una niña que lo había retado, una niña que fue digna de mantenerle la mirada fría y profunda que él posee.
— Bien. Cuídate mucho — llegaron a la puerta de la casa del niño —. Cuida a tu mami. Le mando saludos — se inclinó para darle un pequeño beso en su mejilla provocando que el menor riera.
— Hasta luego, Céline.
Esperó a que entrara la casa para ella regresar a su trabajo. La rutina solía repetirse cada dos días. Estaba ansiosa por terminar su carrera de Artes y poder trabajar en un lugar de alto puesto en Mitras. Pero, también quería conocer el exterior de las murallas, igual que su tío y su mejor amiga.
La campana sonó dando a conocer a la persona que había entrado. La mirada de Céline ya no irradiaba brillo, ese azul parecía ser seco.
— ¡Céline! — llamó Isabel con emoción. La mencionada la buscó con la mirada para dirigirse a ella.
— Perdón si me fui de repente — comentó ella, buscando su pequeña libreta en los bolsillos de su vestido — ¿Qué les puedo ofrecer?
— A mi traeme una rebanada de pastel, un jugo de naranja y un café — respondió Isabel alegre.
— No tenemos tanto dinero, Isabel — regañó Levi —. Pide otra cosa.
— El comandante suele pagar — respondió Céline de inmediato, antes de que Isabel se retractara — ¿Entonces sí lo vas a querer?
— ¡Sí! — miró a Farlan.
— Yo también quiero lo mismo que Isabel — Céline asintió y apuntó en la pequeña hoja. Finalmente, miró a Levi, volviendo a hundirse en el ligero destello azulado de sus ojos.
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El Aroma del Té; Levi Ackerman.
Fanfic[Libro I; Saga: El Aroma del Té] Si caemos, entonces caemos juntos. Nos saldremos con la nuestra. Vamos a demostrar que somos mejores. "En esta apuesta, fallar no es una opción". - Levi Ackerman. Él ya sabe que mi amor es fuego. Su cora...