El Aroma del Té; Levi Ackerman.

R

— Tuve el presentimiento de que estabas viva — dijo, mientras seguía conduciendo —. Es por eso que regresé. Me iba a arriesgar a saberlo.

— Es bueno hacer caso a los presentimientos — respondió la platinada. Onyankopon asintió — ¿Cómo están los demás?

— Después de haber pensado que habías muerto, comenzaron a idear un plan para detener a Eren. Al principio quisieron hablar con él pero fue imposible. No sé qué sucedió pero cuando regresaron en sí ellos hablaban que no obtuvieron buenos resultados con su conversación.

— ¿Estuviste cerca del Fundador?

— Sí, pero... — atentas, miraron al hombre —. Era un caos. Había demasiados Titanes de anteriores portadores que... Yo sé que los vencerán pero... ¿A qué costo?

— Todo saldrá bien — respondió Everdeen —. Lo primero que debemos hacer es conocer el estado de los demás. En qué condiciones se encuentran. Qué es lo que han hecho hasta el momento. Supongo que su primer paso es eliminar a Zeke porque gracias a su poder es que se pudo activar el retumbar.

— Sí. Eso tiene sentido — contestó Annie —. En caso de que no lo hayan encontrado, nosotras nos encargamos de él.

— Bien.

— Nos acercamos al retumbar — con curiosidad, miraron por la ventana.

Si su yo de hace 9 años viera ese montón de Titanes estaría aterrada y con el temor de salir del avión. Ahora, tenía un objetivo y ese era acabar con el retumbar para salvar a la humanidad.

— No están ahí — dijo Onyankopon aterrado. Céline y Annie intercambiaron miradas con preocupación.

— Tiene un cuerpo esquelético — comentó Everdeen —. Quizá estén abajo, entre los huesos.

— ¿Y si no? — preguntó Annie.

— No creo que los hayan vencido fácilmente. Tienen a Mikasa y a Levi con ellos.

— El Martillo y el Mandíbula están peleando arriba. En el cuerpo del retumbar — informó el hombre.

— Entonces aún tenemos esperanza.

Se acercó a la compuerta. En el momento en que Onyankopon descendió hasta entrar al cuerpo, ella abrió la puerta.

— ¡Annie, si encuentras a alguno, lo metes aquí!

— ¡Entendido!

Salió de un salto del avión. Miró a detalle su alrededor, no había más que huesos y Titanes en su dirección para atacarla.

— Tío... Jonathan... Denme la fuerza para acabar con esto de una vez — dijo para ella misma.

Echó a andar el equipo de maniobras. Escuchaba voces incluso gritos. No lograba reconocerlos en el momento pero sabía de quién se trataba.
Pasó sus cuchillas por la nuca del Titán que estaba frente a ella y le estorbaba para pasar.

Los demás había entrado al transporte, excepto un castaño que se había atascado con su mismo equipo de maniobras. El cable se le enrolló en el tobillo. Al momento de cortarlo, iba a caer directamente en la boca de un Titán Mandíbula que lo estaba esperando de no ser por Céline que llegó a abrazarlo del torso para llevarlo hasta el avión que estaba esperando aún por ellos.
Golpearon al momento de entrar ocasionando que su entrada fuera un poco desastrosa pero bien recibida. Annie cerró la compuerta, acto seguido, Onyankopon salió del cuerpo del Fundador.

— Céline — susurró Jean, abrazando a la chica con fuerza —. Qué bueno que estás bien.

— Mi niño — susurró —. Tranquilo. Siempre lo voy a estar — se separó de él, sólo para secar las ligeras lágrimas que bajaban por sus mejillas —. Estoy bien. Estaremos bien. Vamos a acabar con esto de una vez.