Una Noche de Pasión

Parte 4

Andrés corrió al ver a su mamá tirada en el piso.

-Mamá, mamá reacciona- La sacudió pero nada.

-Señor por favor, busque ayuda, avísele a algún trabajador.

El abogado camino pero no sabía hacía donde ir.

Andrés al ver que nadie llegaba y que su mamá seguía sin despertar decidió cargarla y llevarla adentro de la casa.

La tendió en el sofá y le dijo a Irene que buscara alcohol. Mojó una gasa y se la acercó para que la oliera, pero seguía sin reaccionar.

-Irene, por favor avísele a Gaby que voy a llevar a mamá al hospital.

-Pero niño Andrés, déjeme acompañarlo, no se puede ir así.

-Está bien, pero apúrese.

Se subieron al carro y salieron camino al hospital. Andrés conducía mientras que Irene iba sentada atrás con Sara tendida en sus piernas, como pudo le aviso a Gaby lo que había pasado y quedaron en verse en el hospital. Irene sintió que Sara se estaba despertando.

-¿Qué me paso, a donde vamos?

-Mamá no te levantes, te desmayaste y ya casi estamos llegando al hospital- Sara intentó levantarse pero un fuerte dolor en la cabeza hizo que se detuviera.

-Señora Sara recuéstese, duro mucho tiempo inconsciente.

Llegaron al hospital, Sara se negó a que su hijo la llevara en brazos, Irene le busco una silla de ruedas y se sentó a regañadientes.

Una enfermera la recibió y entraron a emergencia. Andrés e Irene estaban en la sala de espera y vieron llegar a Gaby junto a Jimena y Óscar.

-Andrés, ¿qué fue lo que pasó, cómo está Sarita?

-El doctor no ha salido, estamos esperando.

-Pero, ¿qué fue lo que le paso a mami?

-Estaba en las caballerizas hablando con un señor y de repente se desmayó, yo la lleve hasta la casa pero no reaccionaba y por eso la trajimos para acá- Gaby abrazó a su hermano y comenzó a llorar.

-Ya no te preocupes hermanita, el doctor ya la está atendiendo y cuando veníamos en camino ella reaccionó.

-Hicieron bien en traerla, sobrino. Mi hermana ha estado alimentándose muy mal y exigiéndose mucho en la hacienda...

-Familiares de la paciente Sara Elizondo.

-Somos nosotros. ¿Cómo está ella, doctor?

-No se preocupen, le hicimos unos análisis y estamos esperando los resultados, en unos momentos cuando la pasemos a una habitación podrán verla.

-¿Pero está bien, verdad?

-Si joven, ella está estable. Tiene un pequeño rasguño en la frente y un moretón en la pierna, pero no es de cuidado. Cuando esté lista les avisaremos para que pasen a verla.

-Bueno, gracias doctor- El doctor se retiró y ellos quedaron más tranquilos al saber que Sara estaba mejor.

El doctor le había dicho a Sara que le harían unos exámenes rápidos para saber el motivo de su desmayo ya que por la rutina que tenía últimamente podía estar sufriendo de cansancio extremo.

Sara lo menos que necesitaba ahora era estar en enferma, tenía que encargarse de sus hijos y de la hacienda sola, no podía enfermarse ahora.

El doctor llegó sosteniendo los resultados.

-Muy bien doctor, dígame que no tengo nada malo y que ya me puedo ir a mi casa, por favor- El doctor negó con la cabeza.

-No puede ser, ¿estoy muy grave?- Sara se llevó las manos a la cara.

-No te preocupes, Sara. Hoy mismo puedes irte a tu casa, pero eso si, tienes que guardar reposo por lo menos dos semanas.

-Está bien, doctor, yo le prometo que haré todo lo que usted me diga con tal de irme de este lugar.

-Muy bien, pero antes aquí están los resultados de los exámenes que te practicamos. Como puedes ver tienes una anemia que vamos a tratar con estos medicamentos- Le entregó la receta médica y los exámenes.

-Entonces por eso me desmaye, ¿no? Por la anemia.

-No solo fue por la anemia Sara, estás embarazada.

-¿Qué? No, no puede ser doctor, yo...- Sara no supo que decir, de pronto un montón de recuerdos de aquella noche se hicieron presentes en su memoria, la última vez que vio a Franco. Las lágrimas caían por sus mejillas y ella rápidamente las limpió.

-Esto no puede ser, usted está seguro de lo que me está diciendo.

-Sara, tienes los resultados en tus manos, tu misma puedes corroborarlo, es más puedes repetir el examen si así lo quieres.

Sara leyó detenidamente la prueba "POSITIVO". No podía creerlo, nuevamente las lágrimas cayeron por sus mejillas pero esta vez no las limpio.

-Puede hacerme un favor doctor, no le diga nada de esto a mi familia, si.

-No te preocupes, Sara. Lo que si es que ya sabes tienes que estar por lo menos dos semanas en cama, seguir el tratamiento al pie de la letra y nada de trabajo pesado.

-Claro que si doctor y gracias por todo.

El doctor salió de la habitación dejándola sola. Miro nuevamente los exámenes, sin poder creerlo todavía. Embarazada, estaba embarazada de Franco quien pronto se convertiría en su ex-esposo. Las lágrimas no paraban de caer. Tenía una mezcla de emociones, pero sabía que en el fondo estaba feliz, iba a tener un bebé, otro hijo del hombre al que amaba y que aunque la abandonó ella aún seguía amando.