Parte 6

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Los días pasaron con tranquilidad, Sara cumplió el tratamiento al pie de la letra, fue a consulta con su ginecólogo y le indicó que todo estaba bien con el bebé, Gaby estaba emocionada y asombrada con el pequeño que pronto tendría en brazos.

Sara había decidido alejarse un poco de las tareas de la hacienda. Aún no había contado la noticia de su embarazo a su mamá y hermanas, pero pronto tendría que hacerlo antes de que se hiciera evidente.

Tenía casi 4 meses de embarazo y decidió invitar a su mamá y hermanas a cenar para contarles.

-Hermanita, ¿cómo estás?

-Muy bien, Jimena. Qué bueno que hayas llegado tu primero, tengo que contarte algo, bueno a todas, por eso las cité. Pero estoy muy preocupada por cómo vaya a reaccionar mi mamá.

-¿De qué se trata, Sarita? Me estás asustando, habla de una vez por Dios- Sara exhalo todo el aire que estaba conteniendo.

-Estoy embarazada- Jimena se quedó muda.

-No te quedes así, Jimena, dime algo.

-Sentémonos primero. ¿Cómo así que estás embarazada? ¿De quién?

-Cómo que "de quién", de Franco, no es obvio.

-Pero, entonces si ustedes estaban bien por qué...- Jimena no terminó de hablar porque su hermana comenzó a llorar.

-Yo tampoco lo entiendo. ¿Te acuerdas que te conté que él estaba muy raro?-Jimena asintió y tomó las manos de su hermana.

-Pues yo estaba decidida a hablar con él y saber que le pasaba, y pues pasó lo que tenía que pasar, el caso es que no hablamos esa noche pero me dijo que hablaríamos al día siguiente y ya sabes lo que paso después- Sara tapó su cara con las manos y Jimena la abrazó.

-Hermanita, veras que todo se va a solucionar, Franco va a recapacitar y va a volver junto a ustedes.

-Dudo mucho que eso pase, Franco me pidió el divorcio- Jimena abrazó más fuerte a su hermana.

-Ni siquiera fue capaz de venir y decirme en mi cara que ya no me quería, el muy cobarde mandó a un abogado, ¿puedes creerlo?

-Ay hermanita, no sé que decirte yo en tu posición estaría igual. Pero tú eres una mujer fuerte- Sarita negó con la cabeza –Si, si lo eres y tienes a tus hijos, me tienes a mí, a Norma, a mamá, al abuelito, todos vamos a estar siempre a tu lado, para lo que necesites. Y a este bebé nunca le va a faltar a amor, será el bebé más consentido- Tocó el vientre de su hermana y Sara sonrió.

-Gracias, hermanita. Ahora me siento más tranquila, ya no me preocupa tanto la reacción que vaya a tener mamá.

-Sarita de lo menos que te tienes que preocupar en este momento es de mamá- Abrazó a su hermana y le dio un beso en la cabeza.

–Ahora tenemos que preparar una habitación para el bebé y nombres, necesitamos nombres y la ropita... Ay ya estoy pensando en que le puedo diseñar. Mañana te traeré varios bocetos para que los veas...

Jimena hablaba y aplaudía sin parar hasta que sonó el timbre de la puerta.

–Debe ser mamá y Norma– Sara miró a su hermana que no sabía cómo ocultar su sonrisa. –Por favor Jimena, contrólate un poco.

-Sarita, que bueno verte recuperada. ¿Cómo te has sentido?

-Gracias, Norma. He estado mucho mejor- Miró a su hermana menor y por la cara que tenía no sabía cuánto tiempo iba a durar sin gritar de emoción. Jimena era buena guardando secretos, pero a veces la emoción la traicionaba.

Una Noche de PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora