Parte 14

1.1K 71 24
                                    

La voz de la enfermera lo despertó. La espalda le dolía por la posición en que estaba acostado, trato de sacar el brazo que tenía debajo de la cabeza de Sara sin despertarla pero fue inútil.

–¿Qué pasa?

–¿Señora, cómo se siente?

–Estoy bien, creo. ¿Qué hora es? –Dijo mirando a Franco.

–Las 3 de la mañana.

–Le voy a cambiar el suero y necesito que me diga si siente alguna molestia.

–Estoy bien.

–Bueno, los dejo para que sigan descansando.

–Gracias.

Franco estaba de pie a un lado de la cama de hospital, estirándose para aliviar el dolor de su espalda.

–¿Dormiste mal? –Preguntó mientras se volteaba a verlo.

–Un poquito, ¿tú?

–Estaba un poquito incomoda y no pude dormir mucho.

–¿En serio? ¿Así que casi no dormiste? Pero yo te escuche roncar. –Dijo con tono burlón, haciéndola molestar.

–¿Tú, Franco Reyes, estás diciendo que yo ronco?

Franco se acercó para besarla.

–Un poquito nada más. –Le sonrió­–. ¿Quieres seguir durmiendo?

–No, creo que no voy a poder dormir después de saber que ronco peor que tú. ¿Crees que la enfermera me haya escuchado?

–Yo creo que todo el hospital te escucho. –Sara le dio un golpe en brazo al ver la carcajada que soltó Franco. –Yo creo que deberías dormir un poco más.

Sara volteó los ojos.

–Se me quitó el sueño. –Se le quedó viendo mientras una idea daba vueltas por su cabeza.

–Entonces, ¿quieres hablar? –Tomó una silla que estaba en la habitación, la llevo cerca de la cama para sentarse. Le acarició la mano con el pulgar y la llevo a su boca para besarla. Sara miró con una sonrisa en su cara y con la mano que tenía libre le acarició el cabello. Franco besó su barriga y apoyó su cabeza en ella.

–Sabes... –Su voz sonó ronca y carraspeo. Franco la miro desde donde estaba sin levantar la cabeza– Aún no hemos elegido que nombre ponerle a los bebés.

–Tienes razón. ¿Qué nombres te gustarían? –Franco levantó la cabeza para verla mejor.

–No sé, Jimena me dio un libro con nombres de bebés, pero no sé qué decía porque ella y Gaby lo leyeron y hasta hicieron una lista con los nombres que más le gustaban y yo iba a elegir los ganadores. –Franco soltó una risita al imaginar a su hija y su cuñada compitiendo a ver quién elegía los nombres más "cool".

–¿Y cuáles te gustaron? –Dijo mientras seguía acariciándole la barriga.

–Me gusta Santiago y no sé, tengo muchas opciones de niña pero ninguno me termina de convencer.

–¿Qué te parece Sofía?

–Me encanta, Sofía y Santiago –Sonrío y le acarició el cabello.

–¿Puedo? –Dijo señalando la manta que la cubría, ella asintió y él la bajo un poco, subió su bata y dejó expuesta su barriga. La acarició de nuevo pero esta vez sin nada en medio, solo la piel de sus manos contra la piel de su vientre– Santiago y Sofía. –Repitió esta vez Franco, besó su barriga y sintió un movimiento, miro a Sara quien tenía una sonrisa en su boca– Creo que les gustaron sus nombres.

Una Noche de PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora